Veintiún puntos como veintiún soles en el casillero del Eibar. La victoria de esta noche en Ipurua ante un Betis que viaja con el agua al cuello ha venido marcada por una roja antes del minuto veinte.
Inui ha sido más rápido que Piccini y en el forcejeo el atacante japonés ha caído derribado al borde del área. El árbitro ha interpretado que se trataba de una clara ocasión de gol y ha mostrado la roja al defensor bético. Roja más que rigurosa, de las que uno se sube por las paredes si se la muestran a su equipo. El caramelo era goloso y Pedro León le ha quitado el envoltorio al mandar a la red el libre directo. Expulsión y gol, un guión feliz de peli de Disney.
Más cuando cinco minutos después Enrich ha mostrado su carácter depredador para cazar en el área un centro de Inui y anotar el segundo. Con el 2-0, el Betis boqueaba y su nuevo técnico Víctor Sánchez del Amo movía piezas para tratar de cerrar la hemorragia. Los de Mendilibar tenían la puntilla en la mano, pero no han acertado a sellar el choque.
Los ajustes béticos han equilibrado el juego en la reanudación. El Eibar sesteaba mientras caían los minutos. El relajo ha superado la cota de lo aceptable cuando Rubén Castro le ha robado la cartera a Lejeune cuando este intentaba ceder un balón a Riesgo. El 2-1 en el minuto 83 traía a la memoria el empate en Cornellá, del 0-3 al 3-3 ante el Espanyol.
Pero como en Disney, el bueno de la peli sale triunfador aunque pase algunos apurillos. Con el tiempo cumplido y el Betis volcado, Pedro León ha culminado una contra con un duro disparo que Adán ha despejado para que Kike cabeceara el rechace a la red.
Veintiún puntos como veintiún soles. Como el Atlético de Madrid. Uno menos que la Real, uno más que el Athletic, su próximo rival. Ahí es nada. Ficha técnica, resultados y clasificaciones.