Cientos de personas han hecho cola desde primera hora aguardando a que dieran las nueve de la mañana (15.00 en Euskal Herria) para rendir tributo al líder de la Revolución, Fidel Castro, fallecido a las 22.29 del pasado viernes.
A la misma hora a la que comenzaba este homenaje se han disparado simultáneamente en La Habana y Santiago de Cuba 21 salvas de artillería en su homenaje.
En la Plaza de la Revolución se han habilitado tres accesos diferentes para agilizar la entrada de la población, y tres puntos de homenaje exactamente iguales, en ninguno de los cuales se observa a simple vista la presencia de las cenizas.
Todos esos puntos están presididos por una gran fotografía de Castro, en la que se le ve de cuerpo entero mirando al horizonte y ataviado con su icónico uniforme verde olivo. También hay dos ofrendas florales, una del Partido Comunista de Cuba (PCC, único) y otra en nombre del pueblo cubano, así como un expositor con las principales condecoraciones que recibió Castro en vida.
En esa misma plaza se celebrará este martes un acto multitudinario de despedida al que asistirán mandatarios y personalidades de todo el mundo.
El miércoles las cenizas de Fidel Castro comenzarán un periplo por la isla para que todos los cubanos le den su último adiós, un viaje que imitará a la inversa el recorrido de la Caravana de la Libertad, en la que los rebeldes de la Sierra Maestra atravesaron el país desde Santiago de Cuba cuando triunfó la Revolución en 1959.
Los restos del excomandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias llegarán a Santiago, cuna de la Revolución, el sábado 3 de diciembre, cuando tendrá lugar en la plaza Antonio Maceo otro acto masivo de homenaje a Fidel.
La ceremonia de inhumación de sus cenizas, que se espera íntima y familiar, tendrá lugar en el cementerio de Santa Ifigenia de esa ciudad.