Aymeric Laporte señala en una entrevista en France Football que no descarta dejar el Athletic en un futuro, aunque por el momento quiere agradecer al club rojiblanco la confianza que le dieron cuando le ficharon con 15 años, un lazo que le lleva a asegurar que tiene «en el corazón» a la entidad rojiblanca.
«Llevo al Athletic en el corazón. Cuando eres pequeño sueñas con esto, con tener un vínculo con los aficionados, con el club. Pero no es más que un sueño. Nunca pensé que me pasaría. Ahora lo vivo y estoy feliz», asegura el jugador en una entrevista que publica la revista France Football.
«El club me ha protegido, me protege todavía. Quedarme aquí es una manera de agradecerles todo lo que me dieron», agrega. «Con 15 años tenía otras propuestas, pero nada concreto. Ellos (el Athletic) creyeron en mi desde el primer partido e hicieron todo para que progresara, me ayudaron en todo, en la escuela, en la vida, en el centro de entrenamiento,...», rememora.
Laporte reconoce que los primeros años en Bilbo no fueron fáciles, alejado de su familia, lo que pudo forjar parte de su carácter solitario.
Nacido en Agen, en el suroeste del Estado francés, los ojeadores del Athletic le vieron en un partido que enfrentó a la selección de Aquitania con la de Euskadi.
Como tenía un bisabuelo vasco y formaba parte de las categorías inferiores del Aviron de Baiona recibió una oferta del club rojiblanco que ahora recuerda como «la más concreta», aunque «muchos otros prometían muchas cosas».
El joven no pasaba su mejor momento personal, con su padres en pleno proceso de separación, lo que le llevó a aceptar la oferta del club vasco pese a que apenas hablaba el idioma porque quería alejarse un poco de su familia.
Aterrizar en Bilbo no fue fácil para Laporte, que apenas veía a sus padres, lo que le llevó a aislarse un poco. «Hubiera preferido una infancia más estable (...) Cuando escucho que dicen que soy un solitario, hay algo de cierto, no viví mi infancia en el entorno que me hubiera gustado. Y eso ha tenido consecuencias en mi carácter», dice.
Laporte recuerda su habitación «con una cama, un armario y, si tenías suerte, un lavabo». «Mi padre, mi madre, mi hermana venía a veces, pero como trabajaban y era caro, estaba solo la mayor parte del tiempo», afirma.
Laporte agradece la confianza al técnico argentino Marcelo Bielsa, el que le dio la oportunidad de llegar al primer equipo, y del que dice que «tiene su propia forma de actuar, sus convicciones».
El defensa no descarta abandonar algún día el Athletic porque «con 22 años hay margen de progresión».
El jugador explica que nunca reclamó un puesto en la selección francesa y que no amenazó con jugar con la española. «Si sigo trabajando, puedo tener mi oportunidad, aunque es más complicado en Bilbao que si estuviera en Francia o en un gran club», afirma el futbolista, que estuvo convocado en la absoluta en octubre, pero que no llegó a debutar.
El defensa, que está a punto de cumplir 200 partidos en Primera División, se siente incómodo con algunas críticas en el Estado francés porque las considera sin fundamento. «La pocas veces que hablan de mí lo hacen de forma negativa. He escuchado que soy lento y si se miran los test soy uno de los defensas más rápidos de la liga. Una media de 33 kilómetros por hora para un defensa no está mal», asegura.