Ollo se ha pronunciado en este sentido al ser cuestionada por la decisión del PPN de pedir, a través de una moción parlamentaria, su reprobación por, en opinión de los populares, «faltar a la verdad sobre la relación del Gobierno de Navarra con las víctimas del terrorismo de ETA».

Sobre la reprobación ha dicho que «en democracia hay que distinguir muy bien y ser muy respetuosos con la separación de poderes y el trabajo parlamentario incluye este tipo de iniciativas», por lo que tiene «poco que decidir» al respecto.

La consejera ha comentado que no se arrepiente de haber dado la rueda de prensa en la que dijo que las «víctimas estaban agradecidas con el programa de atención personalizada», ante lo que los familiares emitieron un comunicado conjunto diciendo no compartir esas palabras y rechazando la política del Gobierno en esta materia.

En este sentido Ollo, tras apuntar que con el «Gobierno se entra en opiniones políticas que respetan», ha señalado que los datos que aportaron fueron «reales y fidedignos y quien hablaba, el director de Paz y Convivencia, lo hizo desde el contacto con las víctimas».

La consejera, quien ha insistido en que no le gustaría entrar en una confrontación, ha sostenido que «el trabajo es más importante y necesario que nunca si queremos que la sociedad supere la violencia del terrorismo de ETA y también con otras víctimas no reconocidas».

Ha incidido en que el Gobierno «escucha a las víctimas», trabaja «con ellas y para ellas» y va a seguir trabajando en el programa de atención personalizada ya que «está claro que todavía no estamos preparados para afrontar un futuro en paz» y para lograr lo que las propias víctimas demandan de reparación, justicia y la verdad.

«Los contactos son fluidos», ha remarcado la consejera, quien, sin embargo, ha reconocido que tras la polémica no ha habido, ni está previsto un contacto específico.

El Gobierno va a trabajar con las víctimas, «para ellas y en lo que ellas quieran», ha aseverado, al tiempo que ha recordado que gobiernos anteriores tenían una Oficina de Atención a Víctimas del Delito, en la que se les incluía en un «victimario que respondía poco a casuísticas de víctimas del terrorismo».

Por eso ha puesto en valor que por primera vez un Gobierno haya puesto en marcha un programa de estas características.

«Aceptamos las críticas, pero seguiremos insistiendo en ese programa y en la atención personalizada, así como para que las víctimas estén en los centros educativos y puedan compartir sus opiniones», ha concluido.