Así, ha explicado las tareas que ha realizado desde entonces el abogado gallego –reducción de la estructura de personal, quitas económicas de proveedores, supervisión y redacción de contratos o gestionar incrementos de ingresos, entre otras-, quien ha defendido por primera vez de manera personal y pública su gestión.
Ha negado que haya tenido participación alguna a la hora de tomar decisiones en la parcela deportiva y ha confirmado que su sueldo es de 10.000 euros mensuales, que Osasuna abona al bufete de abogados del que forma parte.
Canal ha reconocido que conoce a Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), «quien me coge el teléfono y me escucha, pero de ahí a que me haga caso…», ha explicado. «No estoy puesto aquí por Tebas, eso no puede ser posible», ha zanjado.
El nuevo director general del club ha indicado también que su compromiso se ha prolongado hasta junio de 2019, «pero hay una cláusula que dice que se me puede comunicar con 60 días de antelación que no se cuenta conmigo y entonces no tengo derecho a indemnización alguna».
Ha admitido, asimismo, que es uno de los interlocutores con los aficionados de Graderío Sur cuando se producen problemas en esta parte del campo y que su labor consiste en «evitar que haya sanciones». Interpelado por el último capítulo polémico en esa zona de El Sadar –los controles de alcoholemia que se realizaron en el descanso del partido copero de ayer-, Canal ha convenido en que se había producido «exceso de celo» por parte de las fuerzas de seguridad.
Al hilo de este tema, el presidente rojillo, Luis Sabalza, ha contestado que se había sondeado la posibilidad de que fuese la Policía Foral quien se encargase de la seguridad del estadio, pero que representantes de este cuerpo le habían comentado que no disponían de medios suficientes para realizarlo.
El máximo mandatario del club también se ha referido al aspecto deportivo, reiterando que el objetivo «sigue siendo la permanencia» y confiado en que «el pase copero sirva para cambiar la dinámica».
Precisamente para intentar variar esa errática trayectoria del equipo, se va a acudir al mercado invernal, en el que la entidad osasunista tiene entre 700.000 y un millón de euros para gastar.
Sabalza ha reconocido que respecto a la llegada de Mikel Merino –«hemos hablado con el jugador y vendría gustoso»- y del guardameta Ryan se está pendiente de lo que les comuniquen sus clubes, Borussia y Valencia, respectivamente.
Además, se ha mostrado firme partidario del dicho de «antes de entrar, dejen salir», en relación a que algunos jugadores deberían abandonar la disciplina rojilla para que lleguen caras nuevas y ha admitido que en el fútbol no hay nadie intransferible, respecto a la posibilidad de que Sergio León se marche en enero, aunque se ha remitido a su cláusula, de 10 millones.
Ya en lo referente al despido de Enrique Martín, el presidente ha justificado su silencio porque «pensamos que era mejor no entrar en polémicas» y ha señalado que «ya pedimos disculpas por las formas, que no fueron las adecuadas». Ha apuntado que todavía no ha hablado con el técnico de Campanas –sí con su representante- y ha desvelado que únicamente en dos fichajes veraniegos la junta se entrometió, «uno porque era muy caro y el otro porque no nos gustaba».