«Estoy disfrutando. Vivo en el centro de la ciudad, disfruto con la gente, por cómo te anima. Disfruto de Tajonar y del concepto de un club distinto como Osasuna. No estamos contentos por los resultados. Eso es otra historia», ha afirmado.

Caparrós, al término del tradicional encuentro del club con los medios de comunicación por las fiestas navideñas, ha dicho que es preferible no pensar en los puntos que necesita el equipo para lograr la permanencia.

«Si planteamos eso, nos puede dar dolor de cabeza y entrar en depre. No se sabe cuántos puntos hacen falta. Nuestro partido más importante y final es el más inmediato», ha dicho.

El entrenador sevillano pide a 2017 que no haya más «desgracias» con las lesiones, ya que Osasuna ha sumado tres lesiones graves y de jugadores experimentados en Primera División como Miguel Flaño, Javier Flaño y Didier Digard.

Ha admitido que quieren reforzarse en el próximo mercado invernal con un portero, un defensa y un medio centro: «Sabemos que el mercado es difícil, pero queremos jugadores más fuertes y con experiencia. La junta directiva está haciendo un esfuerzo dentro de nuestras posibilidades».

Caparrós no ha ocultado que una de las pretensiones del club es recuperar como cedido a Mikel Merino, que fue traspasado al Borussia Dortmund: «Tiene experiencia y conoce la casa. Es un jugador con un plus añadido, que es querido aquí y conoce el vestuario», ha apuntado.

El técnico utrerano ha señalado que no trastoca los planes del equipo meterse en los octavos de final de la Copa y ha indicado que le da igual el rival: «Lo importante es que estamos en el bombo e intentaremos pasar».