En la sentencia, la Audiencia condena a este hombre por un delito de agresión sexual, con el agravante de parentesco. Además de la pena de prisión, le impide acercarse a menos de cien metros de su víctima durante un periodo de cinco años, y le obliga a indemnizar a la mujer con 15.000 euros, por el daño moral causado, y con 210 euros, por las lesiones provocadas.

Según recogen los hechos probados, el agresor, con antecedentes penales, convivía en octubre de 2014 con su pareja en Durango, cuando tras una discusión y con «ánimo de obtener satisfacción sexual», agarró a la mujer por las muñecas y, propinándole golpes, la arrastró hasta el pasillo, donde le introdujo la mano o el puño en la vagina.

Como consecuencia, la mujer sufrió un hematoma en un ojo, dolor cervical y dorsal y en la zona supra púbica y perineal, entre otras molestias, lesiones por las que necesitó asistencia médica y que le tardaron en curar siete días.