De hecho, el sustituto de Caparrós, Petar Vasiljevic, que seguirá como director deportivo, si bien muchas de sus funciones las asumirá los responsables de la secretaría técnica, Andoni Goikoetxea y Alberto Carmona, ha admitido que su tarea consistirá en recuperar «la intensidad, lucha y entrega, nuestro espíritu. El equipo tiene que recobrar esos valores a base del orgullo propio de cada futbolista».

El nuevo entrenador, que solo tiene dos años de experiencia como ayudante en las categorías juveniles, viene avalado, en palabras del presidente, Luis Sabalza, por ser «la persona que más cree en la plantilla, porque así nos lo ha manifestado a lo largo de este tiempo», un argumento que suena más a reproche que a valor en sí.

El ahora ya míster de la primera plantilla contará con la mayoría del staff técnico de Tajonar –su segundo será Alfredo– para intentar variar la errática trayectoria del equipo, que no pudo enderezar Caparrós, cuyo coste por ser despedido se conocerá la próxima semana, si bien Sabalza ha intentado explicar que ello no afectará a las previsiones económicas ya establecidas por el club.

Vasiljevic, cuya dimisión ya ha sido pedida por la grada de El Sadar en anteriores encuentros, tendrá que lidiar con un partido que se las trae este próximo lunes, ante un Valencia tan necesitado como los navarros.

Pase lo que pase, el máximo mandatario del club ha confirmado que el balcánico será quien dirigirá la nave rojilla «hasta el final de temporada».

El nuevo preparador osasunista, al que no le ha gustado nada que se le recordara su condición de imputado en el denominado caso Vizcay, ha reconocido que las últimas sensaciones percibidas en el vestuario tras la llegada de Caparrós «no me hacían ser optimista», aunque ha evitado desvelar el contenido de las conversaciones mantenidas con algunos futbolistas de la plantilla respecto a la relación con el técnico andaluz.