Durante una comparecencia de prensa ayer en Roma, Urkullu fue preguntado si trataría este asunto en su reunión con el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin.
«No me corresponde entrar en ese terreno, ya han adoptado las decisiones, y en principio tengo que respetar la situación de las personas que han denunciado el acoso o lo que haya podido ser la causa de la sanción o del proceso abierto al exvicario general de la diócesis de San Sebastián», manifestó.
Urkullu recordó que los afectados tienen la posibilidad de acudir a la justicia ordinaria y también de recurrir a la canónica. «Es la propia diócesis y la propia Iglesia católica en su estructura jerárquica la que toma las decisiones, no me corresponde a mí hacer ninguna valoración», concluyó.