Hace tres décadas, la actual Ikastola Arizmendi de Arrasate era un colegio privado llamado San Viator, regido por la orden religiosa de los viatoristas.
En 1979 comenzó a trabajar en él José Ángel Arregi Eraña, nacido en Bilbo 22 años antes y que daba clases de religión y educación física.
Uno de sus alumnos, que ahora tiene 43 años, ha contado al portal Mondraberri el trato al que les sometía Arregi cuando estaban en 7º y 8º de EGB (12-13 años).
«El primer día le dio diez bofetadas a un alumno, para imponer su disciplina», inicia el relato. A partir de ahí se sucedieron abusos como «tocamientos en las duchas», humillaciones obligando a bajarse los pantalones ante el resto de la clase o quedarse a solas con él en el gimnasio y desnudarse para «enseñarle el pene y el culo».
«Cuando eres un niño no entiendes qué quiere decir eso, nos dábamos cuentas que eran cosas raras, pero no las tomábamos como abusos sexuales», explica este exalumno.
En 2009, Arregi fue detenido en Chile por posesión de pornografía infantil. Condenado a dos años de cárcel, los viatoristas comenzaron entonces el proceso para expulsarle de la congregación.
Varias de sus víctimas –además de en Arrasate, también estuvo en Basauri, Gasteiz o Madrid– presentaron denuncias judiciales para tratar de que fuera extraditado y juzgado en el Estado español, pero los posibles delitos han prescrito.
«Estos delitos no tendrían que prescribir, igual que otros similares, como los de violencia contra las mujeres». Que se haga justicia», opina esta víctima.