Investigadores de la UPV/EHU y de la Universidad de Barcelona han elaborado un estudio sobre el Tren de Alta Velocidad en Euskadi que concluye que su construcción es "contraria al interés social" y advierte de que su inversión es "irrecuperable" y la posibilidad de lograr beneficios con su explotación "prácticamente imposible". Además, alertan de sus impactos ambientales "muy importantes" y aseguran que se tardaría, al menos, cien años en conseguir ahorrar emisiones de CO2.
El informe ha sido presentado en Bilbo por algunos de sus autores, junto a los secretarios generales de ELA y LAB, Adolfo Muñoz y Ainhoa Etxaide, respectivamente, que han denunciado la falta de información sobre el TAV que va a «hipotecar» a varias generaciones.
El estudio ha sido coordinado por Ekopol, grupo de investigación en economía ecológica y ecología política de la UPV/EHU, y ha contado con la participación de los catedráticos y profesores de la universidad vasca y de la Universidad de Barcelona, Roberto Bermejo, Iñaki Antigüedad, Iñaki Bárcena, Germá Bel, David Hoyos, Gorka Bueno, Josu Larrinaga, Izaro Gorostidi e Iñigo Capellán.
Según ha explicado Roberto Bermejo, el estudio, que han elaborado por «voluntad de servicio público», ha analizado el proyecto de la ‘Y vasca’, en el contexto de la política estatal en materia de alta velocidad ferroviaria, desde «una perspectiva transdisplinar».
Desde el punto de vista económico, los responsables del estudio advierten de que, en la actualidad, se estima que el proyecto, incluida la entrada a Bilbo, Donostia y Gasteiz, tendrá un presupuesto global de 10.000 millones de euros, «equivalente al presupuesto anual del Gobierno vasco».
Los investigadores señalan que, hasta ahora, no ha habido «ninguna publicación académica que arroje resultados positivos» sobre las líneas de alta velocidad del Estado y, de hecho, informes de la Comisión Europea y del Tribunal español de Cuentas han alertado sobre la situación financiera del modelo. En este sentido, Roberto Bermejo ha explicado que en 2014 el propio presidente de ADIF reconoció que «la red de AVE no tiene ni pies ni cabeza con el actual número de pasajeros».
En esta línea, el informe de estos investigadores señala que el umbral de rentabilidad de la inversión de las líneas de alta velocidad se sitúa en 10 millones de viajeros en su primer año de funcionamiento, un dato al que «no llegan ni de lejos» ninguna de las líneas de alta velocidad que se han construido. En concreto, para la línea entre Madrid y la CAV, las previsiones «superoptimistas» cifran el número de pasajeros en 2,2 millones, según ha indicado el catedrático de la UPV/EHU.
Inversión «irrecuperable»
Los responsables del estudio señalan que, además de que el coste de la inversión es «irrecuperable», es «prácticamente imposible» conseguir beneficios de explotación en el tren de alta velocidad «sin subsidios públicos» que, según ha advertido Bermejo, «son ilegales».
«El análisis coste-beneficio nos permite concluir que nunca debió construirse ni un kilómetro de alta velocidad en el Estado español», han subrayado.
Por ello, el informe concluye que «su quiebra es cuestión de tiempo».
De este modo, los investigadores indican que el proyecto para soterrar la entrada del AVE en Valladolid y crear un parque de reparación de trenes, que «se pagaría mediante una operación urbanística como se pretende en las capitales vascas», acaba de «caer en consumo de acreedores y la deuda total acumulada en los proyectos de soterramiento en distintas capitales españolas se estima en 1.600 millones de euros».
Además, el estudio alerta de que la apuesta por el tren de alta velocidad está suponiendo la «marginación» de las líneas convencionales y del transporte de mercancías, lo que explica que los países que han apostado por este modelo ferroviario «han perdido cuota de mercado» respecto a otros países.
Desde el punto de vista social, los responsables del informe señalan que el tren de alta velocidad es «caro» y, por tanto, «expulsa a las capas bajas del ferrocarril» y aumenta «la brecha social». Asimismo, advierten de que las «políticas low-cost» que se han venido aplicando para aumentar el número de viajeros en el tren de alta velocidad se están financiando «con el incremento de las tarifas cercanías», lo que es «ilegal» teniendo en cuenta la normativa comunitaria.
Por otro lado, Bermejo ha remarcado que «no se puede vender como verde» el proyecto de la ‘Y vasca’, «una infraestructura de 198 kilómetros que tiene impactos ambientales muy importantes», entre los que el informe cita «la fragmentación de hábitat, la pérdida de biodiversidad, la ocupación de suelo fértil, el impacto visual y paisajístico, o el ruido».
En función de las conclusiones del estudio, «incluso en los escenarios optimistas de demanda mixta de pasajeros y mercancías», la ‘Y vasca’ no lograría ahorrar emisiones de CO2 antes de 100 años ni ahorrar energía antes de 25, debido principalmente a la cantidad de energía fósil consumida.
Los investigadores señalan que la sociedad vasca está «desinformada» sobre este proyecto y lo sitúan «en el quicio» de un cambio cultural que «lentamente viene calando en la sociedad y que ha minado la credibilidad» del proyecto.
Por todo ello, el informe concluye que «la construcción de la ‘Y vasca’ es contraria al interés general» e indica que su «supuesto interés estratégico es político» y no cuenta con «respaldo científico». A juicio de sus autores, esta realidad demanda «una evaluación rigurosa e independiente del proyecto que garantice el uso eficiente de los recursos públicos».
ELA y LAB
Tanto Adolfo Muñoz como Ainhoa Etxaide han criticado la falta de información sobre este proyecto que, según han subrayado, va a «hipotecar» a varias generaciones.
El responsable de ELA ha calificado de «irresponsables» a los responsables políticos que «nos han metido» en este proyecto, que supone un «inmenso derroche», y ha reclamado «una auditoría independiente» que analice «lo que se está haciendo y lo que no se está haciendo» porque se «prioriza» el gasto en el TAV.
Asimismo, ha instado a no destinar «ni un euro más» al trazado, tras lamentar que el Gobierno de Lakua ha adelantado 1.500 millones y tenga «voluntad» de seguir haciéndolo.
La dirigente de LAB, Ainhoa Etxaide, ha lamentado que, hasta ahora, «nunca se han presentado estudios reales» sobre lo que va a suponer el trazado de la alta velocidad porque «cuanto más información, más rechazo» y ha insistido en que «es hora» de dar «un nuevo impulso» al debate sobre la ‘Y vasca’ y «acumular el suficiente rechazo para parar este despropósito».