El operario trabajó en tareas de mantenimiento y reparaciones desde 1955 hasta su prejubilación en Altos Hornos. En concreto, reparaba tuberías en los más de 100 kilómetros que disponía la factoría, actividad que requería retirar y rascar el amianto que cubría las tuberías, volviendo a colocarla tras la reparación.
En 2014, la Seguridad Social le reconoció una incapacidad total por asbestosis. El juzgado entiende que la empresa no cumplió la legislación, ya que no acreditó medición ambiental alguna de sustancias tóxicas, ni la utilización métodos de extracción localizada en la manipulación de amianto, ni consta que se informara del riesgo del amianto a los trabajadores, ni que estos tuvieran mascarillas de protección u otra protección respiratoria.