Iñaki IRIONDO
donostia

Victoria de Urizar tras un acuerdo político pero no de listas

Después de conseguir un acuerdo político sobre EH Bildu con los críticos, la candidatura de Pello Urizar se hizo con todo el poder ejecutivo de EA, ganando la votación a Maiorga Ramírez.

Pello Urizar fue reelegido ayer secretario general de EA con el 52,4% de los votos, frente al 47,6% que sumó Maiorga Ramírez. Junto con su dirección, será el encargado de gestionar ahora el acuerdo político alcanzado con los críticos sobre las propuestas del partido para el futuro de EH Bildu. El compromiso inicial para hacer factible ese pacto en la ponencia política fue la retirada de la parte de la enmienda presentada por la agrupación local de Iruñea que dejaba abierta la posibilidad de salirse de EH Bildu para coaligarse después desde fuera.

Tras la primera jornada de debates del sábado, quedó para ayer domingo la parte sustancial de este XII Congreso de Eusko Alkartasuna: Por un lado, las enmiendas que afectaban al futuro de EH Bildu y, por el otro, la elección de la nueva dirección del partido. En lo primero fue posible el acuerdo, en lo segundo no.

En la noche del sábado quedó ya bastante perfilado un pacto entre ambos sectores para hacer una lectura consensuada de qué propondrá EA dentro del proceso constituyente de EH Bildu. Se trata de un texto con una redacción más o menos ambigua, que recoge aportaciones de ambas partes, pero que deja margen para la gestión que puede hacerse de él.

Coalición de partidos abierta

La propuesta de consenso habla de «coalición de partidos abierta», con la aceptación de la existencia de militantes propios de EH Bildu al margen de los cuatro partidos fundadores.

Frente a la posición de los críticos que defendían que EH Bildu tuviera únicamente «órganos de coordinación», la ponencia política aprobada defiende la existencia de «estructuras y órganos comunes».

Además, el pasado viernes, Maiorga Ramírez se posicionó en dos emisoras de radio diferentes en contra de que EH Bildu tuviera un coordinador general, sosteniendo que esa era una estructura de los partidos y no de las coaliciones. Sin embargo, el acuerdo alcanzado ayer y que fue definido como «muy bueno» por el propio parlamentario navarro, recoge abiertamente que «EH Bildu, para garantizar la eficacia en su funcionamiento, se dotará de los órganos imprescindibles de administración y gobierno. La figura de Coordinador/a asumirá la responsabilidad de dirigir estos órganos».

Pero el denominado sector crítico también deja su impronta en el texto de consenso, puesto que se recoge proponer a EH Bildu que tenga una «portavocía coral» en la que se «visualice la pluralidad de la coalición». También se habla del establecimiento de cuotas para esa misma «visualización de la pluralidad», aunque no se definen ni se hace una referencia al reparto que inicialmente se hizo en 2011, como sí recogía la enmienda impulsada por la agrupación de Iruñea.

Movimiento conciliador

La búsqueda de ese acuerdo en la ponencia política, se interpretó como un intento de la dirección encabezada por Pello Urizar de no ahondar más en la división política que a lo largo de las últimas semanas se había estado dando en EA. Al mismo tiempo, según explicó a posteriori Pello Urizar, buscaba desactivar cualquier posibilidad de que se llegara a dejar abierta ninguna puerta para que EA saliera de EH Bildu, lo que consideraban «un grave error».

Sin embargo, la redacción final no gustó a todos. La votación del texto arrojó un resultado de 76% a favor, 20% en contra y un 4% de abstenciones. Según fuentes consultadas por este diario, buena parte de los votos en contra y las abstenciones fueron, precisamente, de compromisarios decantados abiertamente por la candidatura de Pello Urizar, pero que eran partidarios de haber seguido manteniendo una redacción más fiel al borrador original de la ponencia política.

Ausencia de Garaikoetxea

La aprobación de este texto de compromiso evitó la votación de la enmienda presentada en su momento por Iruñea que dejaba abierta la puerta a la salida de EH Bildu, aunque se apostara por coaliciones electorales posteriores. En días anteriores al congreso, se había atribuido la redacción y defensa de esa enmienda al propio Carlos Garaikoetxea. Aunque también es cierto que el sector crítico, reunido en torno a la plataforma Alkartasuna 2017, se desmarcó en cierta medida de esa propuesta, asegurando que era «un escenario que no contemplaba».

Finalmente, el lehendakari no pudo acudir al congreso, debido al parecer a algunos problemas de salud. Carlos Garaikoetxea sí que había estado una semana antes en la presentación de la candidatura encabezada por Maiorga Ramírez.

No deja de ser un dato político relevante que las tesis defendidas por el fundador de EA y por muchos cargos históricos del partido, no hayan resultado ganadoras en esta ocasión. Ya hubo un aviso de ello hace un año, en el congreso extraordinario celebrado en Bilbo.

También resultó elocuente que en la batalla pública entre los dos sectores, un grupo de diez fundadores de EA hicieran público un escrito, inicialmente en “El Diario Vasco”, criticando a Garaikoetxea con dureza dialéctica, aunque sin mencionarlo. En EA nunca han sido habituales los posicionamientos públicos contrarios al lehendakari, una figura prácticamente venerada por la militancia más veterana del partido.

Control total de la dirección

Al acuerdo sobre la ponencia política y la idea de futuro sobre EH Bildu no le siguió un pacto sobre los diferentes órganos de dirección del partido. Pese a lo corta que fue la diferencia, es evidente que cada uno de los sectores había hecho sus cuentas y las sabían más o menos inalterables.

En sus primeras declaraciones de ayer, tras el acuerdo sobre el texto, Maiorga Ramírez planteó públicamente la necesidad de una «persona de consenso» para dirigir el partido. También después, antes de comenzar la votación para la elección de la ejecutiva, desde el sector crítico tomaron la palabra para pedir una dirección «integradora» Pero los «oficiales» no aceptaron. Según Pello Urizar, la propuesta llegó «en el último minuto».

Durante buena parte de la mañana de ayer se estuvo eligiendo, en distintos momentos, a los componentes de la próxima Asamblea Nacional de EA. Se trataba de nombrar a 75 personas, pero cada compromisario podía votar tan solo a 60, para garantizar que haya siempre una participación de las minorías. Resultaron elegidos los 60 propuestos por la candidatura de Pello Urizar, quedando los 15 restantes para los «críticos».

Después, a puerta cerrada y por sistema telemático, se designó la Comisión de Garantías, compuesta por tres personas y para la que se presentaron seis nombres. Resultaron elegidos los tres «oficiales».

Luego se votó al secretario general y al núcleo duro de la dirección del partido, compuesta por otras tres personas. Pello Urizar obtuvo 152 votos (52,4%) y Maiorga Ramírez 138 (47,6%). A Urizar le acompañan Iria Epalza (Comunicación), Mariano Álava (Organización) e Iker Ruiz de Egino (Portavoz).

Por último, se procedió a la elección de dirigentes sectoriales, que se hizo uno por uno y área a área. Los ocho puestos fueron también para los propuestos por Pello Urizar.

Esto supone que el reelegido secretario general de EA cuenta con el poder ejecutivo tanto para dirigir sin sobresaltos el partido en los próximos cuatro años, como para hacer la gestión que entienda más adecuada de los acuerdos políticos alcanzados durante este congreso.

Pello Urizar, nacido en Arrasate en 1968, fue elegido secretario general en 2009, tras un fracaso electoral de EA, y reelegido después en 2013. Cogió el testigo de Unai Ziarreta y lideró el proceso de creación del llamado «polo soberanista» que dio origen a EH Bildu.

 

Oferta de «tender puentes» entre gritos de «independentzia»

Tras la apretada reelección, Pello Urizar apostó por tender puentes dentro de un partido que se ha mostrado prácticamente dividido por la mitad. Y trabajo no le va a faltar, porque mientras la nueva dirección saludaba a los congresistas que les respondían con aplausos y gritos de «independentzia», los principales líderes el sector crítico, con Maiorga Ramírez a la cabeza, abandonaban la sala del Centro Ignacio María Barriola, de Donostia, donde se había celebrado el congreso. Algunos de ellos ya se habían significado anteriormente racaneando los aplausos al secretario general y a su equipo.

Antes de hacer un primer y necesariamente breve discurso –eran ya las cuatro de la tarde y la sesión había comenzado sobre las 8.30 de la mañana– Pello Urizar llamó a que se subieran al estrado a los componentes de la nueva dirección de Eusko Alkartasuna, que fueron recibidos con una ovación de la mayoría de los presentes, aunque no de todos. El secretario general recordó que se había vivido «una etapa muy intensa» y reconoció que se llega a esta nueva experiencia política con ciertas dudas, pero apostó abiertamente por «superar los miedos». Propuso poner a EA «mirando al siglo XXI» y asumió el compromiso de fortalecer el partido, desde la convicción de que solo con una EA fuerte se puede lograr una EH Bildu potente, que haga posible alcanzar los objetivos que el partido se puso cuando se fundó hace ya más de 30 años y que expuso como la búsqueda de un estado propio, de la justicia social y de la paz.

Urizar mostró la voluntad de su equipo de «trabajar con todos» y les aseguró que todos tienen «nuestras puertas abiertas, y también todos tenéis nuestros teléfonos para llamarnos».

El reelegido secretario general cerró su intervención, que fue íntegramente en euskara, con un grito de «Gora Euskal Herria askatuta!», respondido por los asistentes. Después, el nuevo equipo se fue a la mitad del escenario, entre gritos de «independentzia» y con los «críticos» encaminándose ya a las puertas de salida de la sala.I.I.

 

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