María SUÁREZ
LONDRES

Peticiones de dimisión a Theresa May a dos días de las elecciones

Jeremy Corbyn asegura que respaldaría una petición de dimisión para Theresa May, debido a su política de recortes en la Policía de su etapa como secretaria de Interior en el Gobierno de Cameron. La seguridad y los recortes policiales se convierten en un arma arrojadiza a dos días de las elecciones, con el atentado de Londres todavía reciente.

La experiencia de siete años como jefa del Ministerio de Interior que Theresa May quería utilizar en su favor para lidiar en los difíciles momentos tras el atentado del Puente de Londres y Borough Market se ha convertido en un arma de doble filo. La oposición ha echado la vista atrás y los recortes en la plantilla de la Policía por el Gobierno de Cameron se han añadido al debate político, que alcanzaba su punto álgido cuando Jeremy Corbyn aseguró que apoyaría una petición de dimisión de la primera ministra.

En realidad, el pistoletazo de salida a este «debate sobre seguridad» se había dado el mismo domingo, cuando en teoría se había suspendido la campaña electoral en homenaje con las víctimas del ataque del sábado por la noche. Tras encabezar el gabinete Cobra de emergencia, la primera ministra salió a las puertas del número 10 de Downing Street con un discurso mucho más político que en anteriores ocasiones, anunciando un plan de revisión de la estrategia «antiterrorista» en cuatro fases, para endurecer las penas, otorgar más competencias poderes a la Policía y servicios de seguridad y revisar la legislación sobre los sospechosos de «terrorismo» no procesados.

Esa misma noche, el líder laborista, Jeremy Corbyn, arremetió contra la líder conservadora –que estuvo siete años al frente de Interior– por realizar recortes en la Policía, que se tradujeron en 20.000 agentes armados menos patrullando por las calles de Gran Bretaña.

Recortes desde 2010

Aunque oficialmente la campaña se paralizó el domingo, en realidad no fue así, por lo que no era extraño que ayer las tornas se volvieran incluso más beligerantes. Según las estadísticas, cuando May llegó al cargo de secretaria de Interior en el año 2010 comenzaron los recortes en seguridad y a día de hoy existen 20.000 policías menos que entonces, cifra que el diario “The Guardian” eleva a más de 46.000. «Fueron decisiones en un momento de austeridad, no había fondos», reconoció en la BBC la secretaria de Cultura, Karen Bradley.

Horas antes, en una entrevista con el canal ITV, el líder laborista fue preguntado sobre si respaldaría una petición de dimisión de la primera ministra por esos recortes, a lo que Jeremy Corbyn contestó «claro que lo haría». A pesar de todo, los propios analistas desconocen cómo se materializaría una improbable dimisión a estas alturas. Quizás por ello, a última hora del día Corbyn suavizaba el tono matizando que en realidad es la ciudadanía la que tiene el poder de decidir en las elecciones del jueves.

Al margen, resulta paradójico que la primera voz en pedir abiertamente la dimisión de May no haya sido laborista, sino un asesor de Downing Street del anterior Gobierno de David Cameron. Steve Hilton responsabiliza a May «de los fallos en seguridad» que han dado lugar a los tres últimos ataques de Reino Unido y aseguraba en Twitter que «la primera ministra debe dimitir y no presentarse a la reelección».

En un incómodo lunes, Theresa May trató de desviar la atención en sus discursos hacia el Brexit y a poner en duda la capacidad negociadora de su principal adversario, pero en el turno de preguntas los periodistas volvían a aludir a los recortes policiales hasta el punto de formularle cinco preguntas sobre el mismo asunto en un sólo acto. May trataba de defenderse asegurando que los servicios de seguridad cuentan con los recursos necesarios y que «el Partido Conservador ha protegido siempre el presupuesto para la Policía, en contra de las intenciones del Partido Laborista, que apostaba por recortar un 10%». Asimismo recordó que antes de ser líder laborista, Corbyn «se oponía a todo tipo de medidas propuestas para dar más poder a los servicios de seguridad».

Ante una «nueva realidad»

Desde Scotland Yard también se reclama una respuesta a «una nueva realidad», según indicaba la jefa de la Policía Metropolitana de Londres, Cressida Dick. «Contamos con una poderosa fuerza antiterrorista, pero la amenaza está cambiando, y nosotros también debemos de cambiar tanto la estrategia como los fondos de los que disponemos», aseguró.

En esta misma línea, quien fuera jefe de la Policía de Transporte Británica, Andy Trotter, pedía «un aumento de los recursos policiales. Una respuesta sin precedentes para un desafío sin precedentes».

Añadía, además, que los agentes de emergencia han permanecido en de servicio durante varios días sin descanso bajo una presión añadida que no deberían de haber sufrido».

Lo cierto es que los conservadores no contemplan ninguna propuesta en su programa para aumentar el gasto en la Policía. Sin embargo, los partidos Laborista y Liberal Demócrata incluyen en sus respectivos manifiestos electorales la intención de destinar 300 millones de libras más al año para los efectivos policiales.

Las últimas encuestas de cara a las elecciones del jueves, realizadas tras los ataques de Londres, muestran una diferencia de siete puntos entre el Partido Conservador y el Partido Laborista. Parece bastante difícil que Theresa May logre su objetivo de preservar su mayoría absoluta y sacar una diferencia de un centenar de diputados con el principal partido de la oposición.

 

La Policía identifica a los atacantes del atentado de Londres

Scotland Yard hizo públicas ayer las identidades de dos de los tres autores del ataque del Puente de Londres y Borough Market. Se trata de Khuram Butt y Rachid Redouane.

El primero tenía 27 años y al menos un hijo, y el año pasado había aparecido en un documental de Channel 4 en el que se identificaban algunos grupos yihadistas de Londres. La Policía ha reconocido que le había investigado, pero no era considerado una amenaza. Sin embargo, algunos medios aseguran que fuentes cercanas al atacante habían reportado a las autoridades su preocupación por sus actitudes radicales.

El otro atacante identificado, Redouane, de 30 años, no estaba fichado por las autoridades y se cree que habría podido residir en Dublín, debido a que en el bolsillo le fue hallado un pasaporte irlandés.

La Policía trababa de confirmar la identidad de la tercera persona que participó en el atentado y pide colaboración ciudadana para determinar qué lugares frecuentaban y sus posibles cómplices.

Paralelamente, siguen las labores de identificación de las víctimas. De momento no se ha confirmado la identidad de los siete fallecidos, aunque se sabe que una ciudadana canadiense, un francés y un londinense figuran entre las víctimas mortales. Dieciocho personas siguen en estado crítico en cinco hospitales diferentes, en muchos casos bajo sedación y sin documentación, lo que hace más difícil contactar con sus familiares para su reconocimiento.M. SUÁREZ