En un momento en que sus respectivos gobiernos simbolizan dos estrategias diferentes, Puigdemont y Urkullu han mantenido una reunión de trabajo en el Palau de la Generalitat.
La reunión ha servido para que ambos mandatarios analizasen en profundidad la situación política, institucional y social de Catalunya y la CAV, así como del conjunto del Estado y de Europa, según ha informado la Generalitat en un comunicado.
En la nota su subraya que Puigdemont y Urkullu coinciden en que la legalidad «no es inmutable», sino que debe servir para «resolver problemas políticos y sociales».
«Si la legalidad se convierte en un corsé que ahoga las aspiraciones democráticas, no sirve para solucionar los problemas de las naciones y los pueblos y hay que cambiarla y adaptarla», han señalado.
Según ha indicado el Ejecutivo de Lakua, ambos dirigentes han constatado las dificultades de avanzar ante la «estrategia de quietud» impuesta por el Gobierno español y han compartido que el Estado no puede imponer un determinado modelo territorial y que la apelación y el recurso permanente a la legalidad no van a resolver el problema.
Tras el encuentro, Urkullu y Puigdemont han acudido al acto en recuerdo a las víctimas de Hipercor, en el 30 aniversario del atentado.