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LONDRES

Londres prorroga el plazo para formar gobierno en el norte de Irlanda

Los partidos del Norte de Irlanda han recibido hoy más tiempo para seguir negociando la formación de un Gobierno de poder compartido, a pesar de que Londres ha adverido de que la parálisis política no puede «continuar indefinidamente».

Michelle O'Neill (Sinn Féin) realiza declaraciones en Stormont. (Paul FAITH/AFP PHOTO)
Michelle O'Neill (Sinn Féin) realiza declaraciones en Stormont. (Paul FAITH/AFP PHOTO)

El ministro británico para Irlanda del Norte, James Brokenshire, evitó hoy fijar otra fecha límite a las formaciones políticas, tras constatar, dijo, que se han "efectuado progresos" en los últimos días y que las partes pueden lograr un acuerdo "tan pronto como esta semana".

Los partidos ya superaron el pasado jueves el plazo impuesto por Londres –el cuarto en seis meses– y, a pesar de que apuraron también sin éxito otra prórroga durante el fin de semana, Brokenshire ve cercana la restauración del Ejecutivo autónomo de poder compartido.

Con la concesión de más tiempo, el ministro ha escogido hoy la opción más conciliadora, pues podía haber convocado otras elecciones, cuatro meses después de las de marzo, o suspender temporalmente la autonomía para gobernarla directamente desde Londres.

«Este vacío no puede continuar durante mucho más tiempo», ha indicado Brokenshire ante el Parlamento de Westminster, donde advirtió, no obstante, de que la posibilidad de la suspensión de la autonomía sigue sobre la mesa si no hay acuerdo.

«Todavía no hemos llegado a ese punto, pero puede llegar y el hecho de que no haya un presupuesto formal no puede continuar indefinidamente», ha señalado Brokenshire, quien ha explicado que, en ese caso, Londres deberá tomar el control de las finanzas del norte de Irlanda, entre otras competencias.

Escepticismo de Sinn Féin

El optimismo del ministro contrasta con el pesimismo de los partidos, sobre todo del republicano Sinn Féin, que ha afirmado hoy que ve «improbable lograr un acuerdo a corto plazo».

Por contra, el Partido Democrático Unionista (DUP), mayoritario entre la comunidad protestante y actualmente socio del gobernante Partido Conservador británico, sostiene que está listo para reimplantar el Ejecutivo.

El DUP, cuyos diez diputados apoyan en el Parlamento de Londres el Gobierno tory de la primera ministra, Theresa May, acusa a los republicanos de entorpecer las negociaciones planteando demasiadas demandas para regresar al Gobierno, que compara con una «lista de la compra».

La líder de Sinn Féin en el norte de Irlanda, Michelle O'Neill, ha considerado hoy que las palabras de Brokenshire «no ayudan» y que tratan de complacer al DUP, el socio de May.

La formación republicana opina que el DUP está «envalentonado y atrincherado», después de que May firmase la pasada semana con esa fuerza política un pacto para obtener el apoyo de sus diputados en Westminster y así mantenerse en el poder, tras perder su mayoría absoluta en las elecciones generales del 8 de junio.

En este sentido, Sinn Féin también vaticina que los unionistas endurecerán aún más su posición en las próximas semanas, coincidiendo con la temporada de las marchas de orangistas en la región, con las que celebran la identidad de la comunidad protestante.

La ex ministra principal norirlandesa y líder del DUP, Arlene Foster, ha reiterado hoy que «la pelota está en la cancha de Sinn Féin, cuya lista de demandas parece que crece cada vez que nos volvemos a reunir».

«Esto es frustrante para toda la gente de Irlanda del Norte, que nos ha dejado muy claro que lo que quiere es ver restaurado el Gobierno y funcionando de una manera justa y proporcionada», ha manifestado Foster.

Aunque Brokenshire ha opinado hoy que las partes han efectuado progresos sobre «cuestiones clave, como la lengua, cultura e identidad»,  Sinn Féin mantiene que el DUP sigue sin ceder terreno ante las propuestas relacionadas con los derechos de las minorías de la provincia británica. En concreto, cita la negativa del DUP a redactar una ley específica que oficialice el uso de la lengua gaélica y a legalizar el matrimonio entre homosexuales.

El DUP dice que no se opone a legislar sobre el gaélico, pero prefiere introducir una nueva «ley cultural» más general, que incluya también aspectos relacionados con la «identidad de la comunidad protestante-unionista».

Las dos formaciones también discrepan respecto al legado del pasado conflicto y los mecanismos para asistir a las víctimas e investigar los crímenes cometidos tanto por los paramilitares como por las fuerzas de seguridad durante ese periodo.

El Ejecutivo de Belfast cayó el pasado enero cuando el histórico dirigente de Sinn Féin Martin McGuinness, ya fallecido, dimitió de su puesto de adjunto de Foster por un caso de corrupción en la política de energías renovables detectado en la anterior legislatura.