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EEUU y Corea de Sur simulan un ataque en respuesta a Pyongyang

Seúl y Washington replicaron al lanzamiento de un misil intercontinental norcoreano –que constata avances de Pyongyang en su programa balístico– con varios disparos de misiles que simularon un ataque en dirección a Corea del Norte. «La contención es una opción que podemos modificar», advirtieron mandos militares de EEUU.

Menos de 24 horas después del lanzamiento de un misil norcoreano con capacidad para alcanzar suelo estadounidense, Seúl y Washington dispararon varios misiles de corto alcance que cayeron en el mar de Japón. La agencia surcoreana Yonhap se refirió a este lanzamiento como «un mensaje de advertencia» y el Estado Mayor surcoreano explicó que el ejercicio había mostrado «la capacidad de un ataque de precisión contra el cuartel general del enemigo en caso de emergencia».

El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, declaró que «la grave provocación de Corea del Norte hacía necesario que reaccionáramos con algo más que una declaración».

«La contención, que es una opción, es lo que separa el armisticio de la guerra», afirmó, por su parte, el general estadounidense Vincent Borroks, comandante de las fuerzas estadounidenses en Corea del Sur. «Estamos en disposición de modificar nuestra opción cuando lo ordenen los dirigentes nacionales de la Alianza», advirtió.

«Un misil nunca visto»

El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, afirmó que el disparo del misil intercontinental el pasado martes, coincidiendo con el día de la fiesta nacional de EEUU, fue un «regalo» a los «bastardos de los americanos».

Pyongyang sostiene que el proyectil tiene «capacidad de cargar una gran ojiva nuclear» y que la prueba sirvió además para verificar que es capaz de realizar correctamente la reentrada atmosférica, que precisa de una compleja y costosa tecnología.

Aunque expertos occidentales cuestionan ambos avances en el programa balístico de Corea del Norte, el propio ministro de Defensa surcoreano, Han Min-koo, admitió ante un comité parlamentario que la capacidad de Pyongyang para miniaturizar cabezas nucleares para equiparlas en misiles ha alcanzado un nivel «considerable». Tanto Seúl como Washington confirmaron que se trató de un misil intercontinental. Han estimó que su alcance potencial se encuentra entre los 7.000 y 8.000 kilómetros, lo que le permitiría no solo llegar a territorio estadounidense en Alaska sino al mando de EEUU en el Pacífico, instalado en Hawai. El capitán Jeff Davis, portavoz del Pentágono, indicó que el misil es de un tipo «no visto nunca antes».

La respuesta de Seúl y Washington va contra la demanda de los líderes ruso, Vladimir Putin, y chino, Xi Jinping, que pidieron a Pyongyang una moratoria en sus pruebas de arma- mento e instaron a Corea del Sur y EEUU a evitar ejecutar grandes maniobras conjuntas.