Tras recoger al Cabildo en la Catedral a primera hora de la mañana, la corporación municipal, guiada por la Comparsa de Gigantes y Cabezudos y secundada por La Pamplonesa, ha iniciado el acostumbrado recorrido por Alde Zaharra hasta recoger al santo y pasearlo por la ciudad, entre el entusiasmo del público congregado. Engalanados con banderas de la ciudad, navarras, ikurriñas y algunas reivindicativas –en contra de las agresiones sexistas y del acercamiento de los presos vascos–, numerosos balcones recibieron a la comitiva entre aplausos y vítores.
Uno de los instantes más especiales –el momentico, para muchos iruindarras– volvió a ser el canto de la Jota a San Fermín en la Plaza del Consejo a cargo de la coral de la Txantrea, más especial si cabe en esta ocasión por el hecho de que se cumplen 40 años de la primera vez que se interpretó y de que su autor, el sacerdote Joaquín Madurga, falleció hace apenas un mes. No menos emotivo que la interpretación del ‘Agur Jaunak’ en el Pocico de San Cernín, minutos antes de que el santo regresase a San Lorenzo.
A las afueras de dicha iglesia, el alcalde, Joseba Asiron, atendió a los medios para hacer un primer balance festivo, marcado por «la normalidad y el buen ambiente», a excepción de las dos denuncias por agresiones sexistas y un detenido producidos durante el día 6. Junto a ello, el primer edil también se refirió a la denuncia de la Delegación del Gobierno español a cuenta de la colocación de la ikurriña en la Casa Consistorial durante el txupinazo, corroborando que el equipo de gobierno se basó «en un informe jurídico y en la mayoría municipal» para colocar la enseña tricolor.
En cuanto a las muestras de apoyo y reprobación de la gente a lo largo de la procesión, Asiron matizó que «prefiero que cada uno aplauda a quien quiera, pero la ciudadanía es libre y soberana para expresar su opinión» y también opinó sobre la decisión de no utilizar los trajes de gala en los almuerzos -«una polémica artificial»– y las medidas de seguridad de la ciudad, «en las que se ha tratado de combinar el trabajo de quienes entienden de esta materia y la discreción».