La primera sentencia se ha dictado tras un juicio rápido en el que el acusado se ha mostrado conforme con la acusación del fiscal. Además, en el mismo procedimiento, un amigo del autor de los hechos ha sido condenado por un delito leve de lesiones a pagar una multa de 240 euros y una indemnización a la víctima de 400 euros.
Según los hechos probados por conformidad de las partes, sobre las 1.30 de la noche, el acusado se encontraba en el interior de un bar de Iruñea donde, aprovechando el momento en que la víctima abandonaba los aseos, «se le acercó por la espalda y comenzó a restregar su cuerpo contra el de ella, después la agarró por detrás y le manoseó las caderas y los glúteos, todo ello hasta que intervino un amigo de la víctima, que apartó de un empujón al acusado».
En ese momento, hizo acto de presencia el amigo del acusado, quien se situó frente a la mujer «adoptando una actitud desafiante y haciendo ademán de buscar pelea».
Debido a la situación que se generó, la mujer y su amigo abandonaron el bar, pero cuando se encontraban ya en la calle alguien les arrojó un objeto que no llegó a impactarles, por lo que ambos optaron por volver a entrar en el establecimiento con el objeto de identificar al autor del lanzamiento, momento en el que volvió a hacer acto de presencia el amigo del acusado, quien «se dirigió hasta donde estaba la mujer, cogiéndola fuertemente del cuello, propinándole un golpe en la cara y zarandeándola, con lo que le causó un esguince cervical, erosiones en antebrazos y estigmas de presión cervical, de todo lo cual sanará a los cuatro días, tras una primera asistencia facultativa».
Segunda sentencia
La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Iruñea ha condenado, de conformidad con las partes, por un delito de abuso sexual a un hombre a 8 meses de cárcel y el pago de 500 euros de indemnización a la víctima, a quien sometió a tocamientos esta pasada noche en un bar.
La sentencia relata que los hechos han tenido lugar sobre las 2.35 en un bar la Alde Zaharra, donde el hombre, «con ánimo de satisfacer sus instintos libidinosos», pasó su mano por la entrepierna de la chica.