Tres huracanes simultáneos, uno de los cuales, Irma, de categoría 5, es ya el mayor formado en la cuenca atlántica, azotan el Atlántico y, sobre todo, las islas caribeñas. Mientras Irma se acercaba a República Dominicana, Haití y Cuba, Katia, en el golfo de México, amenazaba con tocar tierra convertido en un ciclón mayor. El tercer huracán activo en el Atlántico, José, ya de categoría 2, amenaza las islas caribeñas del norte de las Antillas Menores, con vientos máximos sostenidos de 165 kilómetros por hora.

Tejados arrancados, palmeras destrozadas, coches movidos como hojas..., el huracán Irma devastó con una violencia inaudita una cadena de islas caribeñas, dejando un número indeterminado de muertos –al menos doce– y forzó a miles de personas a abandonar sus hogares.

«Levantó todo como una bomba atómica» relataba a la cadena Franceinfo Dany Magen-Verge, una habitante de Saint-Martin. En esta isla franco-neerlandesa, golpeada de lleno por el ciclón, se encontraron cinco personas muertas.

El presidente del consejo territorial de la isla en el lado francés de la misma, Daniel Gibbs, aseguró que «el 95% de Saint-Martin está destruido».

En la vecina Saint-Barthélemy, los daños son considerables, y hubo al menos medio centenar de heridos. Las calles estaban inundadas o invadidas por montones de placas de metal y sembradas de barcos hechos astillas entre árboles azotados por el viento, coches volcados y edificios arruinados.

«Estamos abandonados a nuestra suerte. Es una catástrofe. Estamos sin agua, sin electricidad. Habíamos hecho algunas reservas, pero solo para dos o tres días. Esperamos el rescate», declaraba por teléfono a AFP Olivier Toussaint, un habitante de la isla. Otro fallecimiento se registró en la isla de Barbuda, de 1.600 habitantes, la primera en ser alcanzada por el huracán y que quedó «totalmente devastada», según Gaston Browne, primer ministro de Antigua y Barbuda. «Espero que quienes no creen en el cambio climático cambien de opinión cuando vean estos desastres», añadió.

En Puerto Rico causó tres muertos, y provocó el desbordamiento de ríos, tras lo que avanzaba hacia República Dominicana, donde se ordenaron las primeras evacuaciones.

Duración nunca vista

Irma ha generado vientos de una velocidad de hasta 295 km/h durante más de 33 horas, batiendo el récord del tifón Haiyan, que en 2013 alcanzó registros similares en Filipinas durante 24 horas y dejó al menos 7.000 muertos y desaparecidos.

«Una intensidad de tal duración nunca se ha visto en el mudo desde el comienzo de la era de los satélites», señaló Météo France.

Casi 1,2 millones de personas se han visto ya afectadas por el huracán, un número que podría aumentar a 37 millones, según la ONU, ya que continúa su camino.

En Haití, los habitantes del norte de la isla esperaban ayer su llegada sin apenas información. «Ninguna autoridad ha venido a decirnos nada», se indignaba Josué Rosse.

El National Hurricane Center de EEUU espera una progresión hacia Cuba hoy y la llegada a Florida el fin de semana, donde la Agencia de Situaciones de Emergencia prevé que «va a ser realmente destructor». Las autoridades ordenaron la evacuación de cientos de miles de habitantes, al igual que en las costas de Georgia.