Así ha respondido Rajoy al diputado de ERC Gabriel Rufián, que ha criticado los registros y las detenciones. «Le pido y le exijo que saque sus sucias manos de las instituciones catalanas. Le pido y le exijo que deje de hacerlo con nocturnidad y con alevosía, y sepa tanto usted como sus lacayos que por cada uno de nosotros, por cada uno que detenga, hay cientos que están dispuestos a hacerlo», ha advertido.
Rajoy ha replicado que su Gobierno está haciendo «lo que tiene que hacer» y que lo seguirá haciendo «hasta el final. No le voy a explicar a usted lo que es el Estado de Derecho. Ni lo sabe ni tienen ningún interés. Le trae sin cuidado».
Ha subrayado que están actuando con «proporcionalidad», habida cuenta de «las cosas» que han sucedido recientemente en Catalunya, como la convocatoria del referéndum, «liquidar» la Constitución o «inventar una nueva legalidad» con la Ley de Transitoriedad. A su entender, son actuaciones de «máxima gravedad» porque «pasaron por encima de todos los trámites propios de una democracia».
Tras el debate parlamentario, Rajoy ha insistido en los pasillos del Congreso que se está viviendo «un intento de liquidar la Constitución y el Estatuto de Cataluña, unos plenos del Parlament que fueron un ejemplo de lo que nunca se debe hacer, y saltarse la ley. Aquí se está atropellando los derechos de todos. Lógicamente el Estado tiene que reaccionar, no hay ningún Estado democrático del mundo que acepte lo que hacen estas personas».
Rajoy ha concluido pidiendo a Puigdemont una rectificación y la vuelta a «la normalidad y el sentido común» porque el referéndum del 1 de octubre «no se puede celebrar» y porque «esta dinámica no conduce a nada. Lo único que le pido es que cumpla la ley, todos tenemos la obligación, y desde luego con más razón los gobernantes. Si en España no se cumple al ley, habrá injusticia, arbitrariedad, y la ley del más fuerte, y eso no lo podemos aceptar. Creo que lo que dice el sentido común es que se dé marcha atrás porque esto no conduce a nada».