«La carta es coherente con lo que se comprometió el president Puigdemont el día 10 en el Parlament», ha destacado en declaraciones a Catalunya Ràdio el presidente de la ANC, Jordi Sànchez, antes de declarar en la Audiencia Nacional.
Sànchez ha asegurado que si el Estado «decide romper las vías de diálogo la responsabilidad histórica será suya», y ha pedido a los catalanes que estén «tranquilos porque se respetará el resultado» del referéndum del 1 de octubre.
Sobre su declaración en la Audiencia Nacional y su posible encarcelamiento, ha dicho que no está dispuesto a ser «moneda de cambio».
Por su parte, el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ha avisado de que las entidades soberanistas no renunciarán a sus objetivos, si bien respeta que el president haya marcado un plazo de dos meses para dialogar con el Gobierno central: «Que nadie nos pida ninguna renuncia, pero podemos esperar estos dos meses que nos piden».
Cuixart ve con «escepticismo» la posibilidad de que fructifique el diálogo con el Ejecutivo de Rajoy y por ello ha subrayado que no podrá haber más dilaciones para aplicar el resultado del 1-O.
Sobre su declaración en la AN, ha afirmado no reconocer ninguno de los cargos que se le imputan: «Basta ya de judicializar un conflicto político. No somos moneda de cambio».