Joseba VIVANCO

Formentera-Athletic: Examen u oportunidad

Vesga renueva hasta 2021 en la antesala de que un equipo con los menos habituales y dos del filial se someta al chequeo de la Copa.

«El partido para nosotros es una fiesta y, como tal, lo vamos a disfrutar», declaraba ayer a la agencia EFE el técnico del Formentera Tito García Sanjuán, décimosexto en su Grupo de la Segunda B, pero arropado por unos 3.000 incondicionales que empujarán desde la grada. «Un partido con las condiciones adecuadas para refrescar el equipo, oportunidad para otros jugadores y chavales jóvenes, para dosificar y reivindicarse», sostenía a su vez Kuko Ziganda, que deja en casa a un buen ramillete de titulares –descansa el joven Córdoba, tras tres partidos en ocho días con el riesgo de lesión que ello conlleva para un recién llegado de Segunda B a Primera–, y echa a los leones a los menos habituales, sobre todo porque de darse una reiterada mala imagen o un indeseable resultado, serán directamente señalados. El entrenador, no obstante, se apresuró a aclarar que «tienen más que ganar que perder, porque no es un examen sino una oportunidad» para ellos, los Sabin, Aketxe, Sola... O Beñat.

El de Igorre debería salir de inicio, porque de lo contrario el propio jugador pensaría en sentarse a la mesa de Iker Jiménez y sus misterios. Nadie en el entorno del club entiende su falta de minutos e, incluso, en el seno del propio vestuario la extrañeza es mayúscula. Ayer, Ziganda volvió a ser cuestionado por el vizcaino y su respuesta dejó claro que, por ahora, no cuenta con sus servicios para la titularidad. «Puede que Beñat necesite partidos –asintió el navarro, que descartó problemas físicos–, pero tenemos mucha gente ahí. Estamos en una dinámica con Vesga que lo hace muy bien, con Sanjo, que cuando está pues no sé pero que cuando no está se le echa mucho de menos, está Itu... Hay competencia y te tienes que decidir por unos u otros. Pero Beñat nos tiene que dar mucho en lo que queda de temporada, lo que pasa que hay otros jugadores a los que hemos considerado más oportunos en este tramo de la temporada». Cortita y al pie, en el argot futbolero.

No corren tiempos para la lírica del centrocampista vizcaino, sobre todo cuando Kuko no se recató a la hora de evidenciar que Mikel Vesga es una apuesta personal. El joven gasteiztarra estampó ayer la prolongación de contrato hasta 2021, con una cláusula de 30 millones. Y su entrenador encantado. «A mí me gusta mucho y estoy seguro de que tiene y va a tener un margen de mejora tremendo. Entrena bien y es inteligente. Ha venido para quedarse años y va a ser importante en el club», vaticinó. Para el protagonista, un día «muy especial» y él tan «contento» como su técnico.

Esta tarde la titularidad en el doble pivote de la medular podría recaer en Beñat e Iturraspe, en tanto veremos si Kike Sola se estrena en su primera convocatoria e incluso asistimos a los debuts de dos cachorros como Óscar Gil y el desequilibrante Iñigo Muñoz, del Gernika al Athletic en apenas cinco meses.

Ziganda espera que con estos mimbres su equipo «demuestre esa supuesta superioridad» ante un rival menor, «porque si no esto se complica». Espera de sus elegidos, a los que pidió «estar muy puestos» ante estos rivales con ‘trampa’, que «hagan un buen partido y demuestren porqué están aquí». Un choque copero que se antoja entre oportunidad de redimirse tras los fiascos de Östersund y Leganés y examen para él mismo y para sus hombres. Kuko reclamó paciencia al entorno, acepta las críticas porque «esto funciona así», pero no le «gustan». ¿Planea una medular más ‘jugona’? «No –dijo–, es un problema más de estilo, de confianza, de posición, que de jugadores... Es más de entrenar, de insistir, de plasmar en el campo lo que uno entrena». ¿Dará con la tecla?

 

Iñigo Muñoz, mezcla de Jesús Navas e Iker Muniain

Es la gran sorpresa de la convocatoria de Kuko Ziganda para Formentera. Su nombre, Iñigo Muñoz, camino de los 21 años, reclutado para Lezama del Gernika esta misma campaña, y en apenas unos meses, de estar a las órdenes de Gaizka Garitano a ser citado con los ‘mayores’ y no para un amistoso como en el centenario del Barakaldo, sino para posiblemente debutar hoy en Copa. «Tenemos ganas de verle, de inicio o al final unos minutos», dejó caer ayer el técnico navarro, que no regateó elogios hacia este bilbaino que reside pegado a San Mamés, formado en los juveniles del Danok Bat, de ahí al Somorrostro y luego a las órdenes el año pasado de Jabi Luaces en Gernika. «Es un jugador de los que no tenemos muchos en la primera plantilla, y queremos que demuestre que puede ir para arriba», añadía Ziganda. Un extremo diestro al que le gusta jugar a banda cambiada, rápido y técnico, quizá apoyado en su diminuta estatura, con buen manejo de ambas piernas y que destaca por tomar buenas decisiones sobre el césped. Además de sus dotes futbolísticas es un chico humilde

–dicen–, currante, cabeza amueblada, universitario –nota media/alta–, jatorra, que cuida su estado de forma, lector de la revista de culto futbolero ‘‘Panenka’’ y fan de la Play Station. Algunos en Urbieta le bautizaron el ‘Jesús Navas’ de Gernika, lo que da idea de su juego desequilibrante por banda, mezclado con un físico parecido al de Muniain.J.V.