La Fiscalía pide asimismo en sus conclusiones provisionales para el acusado la prohibición durante ocho años de acercarse a menos de 300 metros de la víctima, su lugar de trabajo, su domicilio o los sitios que frecuente de manera habitual, la prohibición de comunicarse por cualquier medio con ella, 6.000 euros de indemnización, y cinco años de libertad vigilada tras salir de prisión.

Según precisa en su escrito, el procesado y la joven se conocieron en Alde Zaharra de Iruñea sobre las 03:30 horas del 8 de julio de 2016, donde charlaron y se intercambiaron sus teléfonos antes de despedirse con la intención de hablar más tarde.

De hecho cuando el acusado le llamó después, la joven accedió a quedar con él, junto fueron a la casa donde él se alojaba y de forma voluntaria ambos se acostaron, aunque aclarando la chica que no deseaba mantener relaciones sexuales con penetración vaginal.

«De común acuerdo», precisa el escrito provisional de la Fiscalía, mantuvieron sexo, pero en un momento determinado el acusado trató de penetrar a la joven, para lo que se puso un preservativo que luego se quitó, propósito en el que insistió en repetidas ocasiones a pesar de la negativa de la víctima hasta que finalmente los hizo «por la fuerza» y sin preservativo.

La joven «gritó y lo empujó, apartándose el acusado» entonces para, a continuación, vestirse y abandonar ambos el domicilio, separándose poco después, cuando ella se encontró a unas amigas.

El Fiscal precisa que como consecuencia de estos hechos la chica recibió asistencia psicológica.