Carles Puigdemont, preguntado por la posibilidad de una opción distinta a la independencia en una entrevista al diario belga ‘Le Soir’, ha señalado que «siempre es posible». «He trabajado durante treinta años para obtener otro anclaje de Catalunya en España. Hemos trabajado mucho en eso, pero la llegada al poder del señor Aznar detuvo esa senda», afirma.
Puigdemont se muestra a favor de un acuerdo, pero subraya que el origen de la crisis actual se encuentra en 2010, cuando el Tribunal Constitucional español declaró inconstitucionales varios artículos del Estatuto de Autonomía de Cataluña. «El origen de todo esto es la invalidación en 2010 del Estatuto de Autonomía que había sido adoptado por los parlamentos catalán y español. ¿Sabe cuántos diputados independentistas había en ese momento en el Parlamento catalán? 14 de 135. Ahora se han convertido en 72. El responsable del crecimiento del independentismo es ante todo el PP», comenta el expresidente.
Sobre si finalmente será candidato a las elecciones del 21 de diciembre, Puigdemont recalca su preferencia por una lista unitaria del soberanismo y agrega que no desea presentarse como aspirante de un partido político a la presidencia de la Generalitat. «Me he puesto a disposición de una plataforma semejante, si existe la voluntad de diferentes partidos políticos de unirse a ella. Solo seré candidato si hay una agrupación, y con el único objetivo de bloquear el artículo 155 y oponerse al retroceso democrático provocado por el Estado español», declara el president.
Puigdemont ha recalcado la importancia de esta cita: «Pero una nueva victoria mostrará que esta historia no es el asunto de cuatro iluminados». Sobre la posibilidad de que él mismo hubiera convocado las elecciones anticipadas antes de la suspensión del Gobierno de la Generalitat, precisa que había dejado claro que esa decisión «debía servir para impedir el golpe de Estado del 155».
En lo referente a los motivos de que se encuentre en Bruselas, afirma que no quería arriesgarse a ser «el motivo o la excusa para recurrir a la violencia». «El Estado español estaba preparado para usar la violencia con el objetivo de reprimir la resistencia pacífica catalana y crear las condiciones de una represión extremadamente violenta, como la ilegalización de ciertos partidos políticos», comenta.
En cuanto a las instituciones de la Unión Europea, asegura esperar la misma reacción comunitaria con el Estado español que con Polonia y Hungría, dos países a los cuales se les ha abierto procedimientos de infracción por no respetar el Derecho comunitario. «Si hay abusos democráticos, no es una cuestión interior. Salta a la vista que el Estado español no ha respetado la Carta de los Derechos Fundamentales», declara en la entrevista.