La primera, presentada por UPN y apoyada además por PSN, PPN e I-E, y ante la que se han abstenido Geroa Bai, EH Bildu y Podemos, plantea la necesidad de que el Gobierno de Nafarroa «siga trabajando en la eliminación de la violencia mientras una sola mujer la sufra, así como una atención prioritaria de sus hijos e hijas».

Al respecto, pide que el Ejecutivo navarro «escuche a los colectivos y asociaciones que trabajan en favor de las mujeres que sufren explotación sexual o violencia hacia ellas y que se apliquen la normativa vigente para eliminar imágenes sexistas que van contra los valores de la igualdad de género».

Para ello insta a aplicar la normativa «para actuar contra la violencia hacia las mujeres, para combatir la publicidad relativa a la prostitución» y contra «la publicidad vejatoria de la imagen de la mujer».

Plantea además la conveniencia de que el Gobierno de Nafarroa realice desde Educación campañas formativas para favorecer los valores en igualdad, para la prevención de la violencia hacia las mujeres, sin olvidar ninguna etapa, pero sobre todo dirigidas a la juventud; y pide al Ejecutivo que «exija a todas las Administraciones la dotación económica y los recursos necesarios para continuar con la política de igualdad tan necesaria en cuestiones de violencia de género».

Por otro lado, la segunda declaración institucional, ante la que el PPN se ha abstenido y el resto ha votado a favor, ha sido presentada por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos, PSN e I-E, y en ella el Parlamento se suma a la declaración aprobada por más de 80 entidades locales de Nafarroa con motivo de la conmemoración el 25 de noviembre del Día Mundial contra la violencia hacia las mujeres de la ONU, relativa a la campaña de ‘Ayuntamientos contra la violencia de género’, y se adhiere a la misma.

Presentada la pasada semana, la declaración institucional fue redactada por la Red de Técnicas de Igualdad de las Entidades Locales de Nafarroa, y detiene su mirada en la «violencia específica que sufren las mujeres y niñas refugiadas».

En cualquier caso, el texto rechaza «todo tipo de violencia sexista producto de las múltiples discriminaciones que sufren las mujeres en cualquier ámbito y contexto», y constata el «compromiso» de los firmantes a seguir trabajando en contra de las desigualdades.

Tras exigir el cumplimiento de la resolución europea sobre mujeres refugiadas, constatan su solidaridad con las mujeres agredidas o asesinadas e invitan a la ciudadanía a seguir mostrando su «rechazo y compromiso» con la erradicación de la violencia contra las mujeres.

«Solo así podremos avanzar hacia sociedades más sostenibles, democráticas, justas e igualitarias y hacia la construcción de comunidades más solidarias y habitables», concluye el manifiesto.