Wilco es una de las formaciones más atractivas del rock alternativo propuesto desde el inicio de la década de los noventa. Su carrera discográfica influye sobre un numeroso elenco de músicos que ven en su country alternativo (americana), su rock experimental, su canción de autor hecha grupo..., un tipo de sonoridad atractiva, diferente y cargada de fuerza y sensualidad. Desde Zarautz, Lou Topet dejan atrás su reto con Pete Seeger y afrontan este estimable apretón de recursos. Además con los textos trasladados al euskara.

No obstante, la conexión de Lou Topet con Wilco no es de ahora, su atención, emocional y artística, hacia el grupo de Chicago y su líder Jeff Tweedy viene de lejos: «Yo lo entiendo –comenta Oier Aranzabal– como una licencia, y a la vez, como una respuesta a la invitación de Izar & Stars. Pero claro que hay conexión en todos los sentidos. Era patente el v&bs;ínculo en “Abesti bat gutxiago!, no nos molestamos en disimularla. Adaptamos “Inor ez da hiltzen (Nobody dies anymore), “Ilargi berri” (New moon) del disco en solitario de Jeff Tweedy, también 'Zu eta ni' (You and I) e 'Ingrid Bergman', que Billy Bragg publicó en “Mermaid Avenue”. El concierto en Kafe Antzokia era una oferta que no podíamos rechazar. Vamos a disfrutarlo a tope».

Respecto a los valores de Tweedy, sin él no hay Wilco, Aranzabal expone: «Jeff Tweedy demuestra que el rock, el country, la americana, si me lo permites, no todo está inventado. Es asombrosa su capacidad de crear nuevos temazos, a partir de los mismos acordes que utilizaban Seeger y Guthrie. Canciones muy simples, pero complejas a la vez. “Yankee hotel foxtrot” y “Sky blue sky” son dos obras de arte».

Sobre la traducción de las canciones expone una teoría muy lógica y que sitúa a ambos idiomas en un léxico muy diferente y al margen de la traducción que se haga: «La libertad a la hora de traducir del ingles al euskara es indispensable. Ya que, sino, es imposible adaptar las canciones. El inglés está repleto de monosílabos. Harkaitz Cano lo llama el síndrome “AllYouNeedIsLove” (5 silabas), es decir, “BeharDuzunGuztiaMaitasunaDa” (12 silabas). O si lo prefieres en castellano, “TodoLoQueNecesitasEsAmor” (11 silabas)».

Lou Topet lo forman para la ocasión Oier Aranzabal (voz, guitarra, armónica), Oihan Larrañaga (bajo), Rafa Rueda (voz, guitarra), Ander Zulaika (batería) y la colaboración a la guitarra en cuatro temas de Antton Aranburu, del grupo Izeberg.

¿Disco nuevo? «Después del concierto del 27 de diciembre en el Victoria Eugenia, nos pondremos a ello. Creo que habrá nuevo trabajo para Durangoko Azoka de 2018», concluye Oier Aranzabal.

M-ak

En los ochenta M-ak tuvo que competir con el punk-rock y el RRV, dos pesos pesados. Con todo, M-ak tuvo repercusión, numerosos conciertos en directo y más de un festival con los “otros” rockeros. A más de 25 años de su disolución mañana Rukula (Usurbil) retomará un puñado de canciones M-ak: «Estamos de la hostia. Los miembros del grupo nos llevamos bien, aunque podemos acabar echándonos los trastos a la hora de componer, señal de que funciona. Hay muchas ganas de nuevo disco y tras el año que nos hemos pegado de conciertos, el del Kafe Antzoki es el número 37, nos vemos con increíbles fuerzas y ganas de más barro. Con la incorporación de Jon a la banda, el grupo ha evolucionado hacia otros estilos experimentando con diversos palos y más sonidos. Se puede resumir en más ruido y baile», comenta con entusiasmo su batería Oihan Agirretxe.

«Nos gustan mucho todas las épocas de M-ak, en sus canciones se ve la calidad de los músicos y como se adaptaban a los diferentes estilos de música sin perder nunca ese punto sicodélico, capas de guitarras locas, bajos marcianos y baterías con groove», prolonga Agirretxe.

M-ak son Martxel Arkarazo, bajo e hijo de Kaki Arkarazo; Aitor Pagola, guitarra y tercera generación de txistularis en su familia; Beñat Irazusta, guitarra; Jon Agiriano, guitarra, y nuestro interlocutor Oihan Agirretxe, batería.

Concierto mañana en Kafe Antzokia de Bilbao a partir de las 22.00. Ciclo Izar & Star.