Osasuna ha caído al noveno puesto, aunque con un partido menos por el aplazado ante el Nàstic, y se ha alejado en ocho puntos de las dos plazas de ascenso directo a LaLiga Santander al encadenar tres derrotas seguidas.
El conjunto rojillo solo ha logrado una victoria en las ocho últimas jornadas y suma tres encuentros sin ganar en El Sadar, desde hace dos meses, donde el sábado recibirá al Numancia, cuarto clasificado, con seis puntos más en la clasificación de LaLiga 1/2/3.
Preguntado por si este partido se puede considerar una final, Roberto Torres ha dicho que «si se tiene que llamar final, lo llamaremos» y ha añadido en este sentido que al equipo rojillo «no le puede la presión» y «seguro» que va a reconducir la situación.
Ha manifestado en rueda de prensa tras el entrenamiento a puerta cerrada en Taxoare que cree que la afición «sigue confiando plenamente» en ellos y ha subrayado que en el vestuario no han perdido «ni una pizca de confianza».
«Seguimos con la misma mentalidad que antes del partido de Alcorcón. No nos puede desestabilizar nada. Confiamos plenamente en nosotros y en el cuerpo técnico, y en todo lo que estamos haciendo. Con trabajo esto va a salir adelante y estoy convencido de que en junio lo vamos a celebrar», ha declarado.
El centrocampista ha admitido que les están «faltando cosas, un poquito» de cada aspecto del juego, pero ha aseverado que «no tienen que saltar las alarmas».
«Este equipo tiene de todo en todos los puestos y seguro que va a cambiar desde el mismo sábado. Podemos jugar más, pero no terminamos de hacerlo», ha dicho Torres, quien ha destacado que son un equipo «muy solidario» que «lo deja todo en el campo».
Ha señalado que el sábado se «vaciarán» sobre el terreno de juego para intentar romper la mala racha en casa y para ello ha indicado que deben «llevar los detalles a la perfección».
«De esa manera, el equipo va a sacar el partido porque tenemos un buen equipo, las ideas muy claras y tenemos las cosas en su sitio», ha apuntado Torres, quien ha dicho que «no tiene que haber tranquilidad» porque quieren ganar «cada partido y estar arriba», pero tampoco deben estar «nerviosos».
Ha manifestado sobre el Numancia que «está haciendo muy buena temporada» y habrá que «tener mucho cuidado» porque compite «muy bien».
Ha aclarado sobre su enfado al ser cambiado en el último partido en Oviedo que fue por el resultado y no con el entrenador, «que es el que manda».
«Lo que me fastidió fue ir perdiendo. Siempre quiero ganar. No me cabrearé nunca porque me cambien. Me podrá gustar más o menos, pero acepto el cambio y animo al compañero que sale», ha afirmado.