Ante el juicio de Ugarteko frente a Jone Goirizelaia y los periodistas Iñaki Soto, Iñaki Iriondo, GARA y NAIZ, en primer lugar queremos hacer llegar a las personas demandadas nuestro total apoyo y solidaridad, ante lo que entendemos supone la enésima injusticia y humillación en torno a la muerte de Iñigo.
Próximamente se cumplirán seis años desde que un pelotazo disparado por la Ertzaintza, acabara con la vida de Iñigo. Seis años de lucha constante para tratar de esclarecer las circunstancias que rodearon a su muerte; seis años muy duros y difíciles, llenos además de trabas y obstáculos.
Afortunadamente, ha habido personas que no se han amilanado y que cumpliendo fielmente con su trabajo, han tratado de superar todos esos obstáculos, con un único objetivo: esclarecer las circunstancias de lo sucedido y depurar todas y cada una de las responsabilidades que de ello pudieran derivarse.
Las personas, profesionales, a las que se juzga no han hecho otra cosa que tratar de buscar la verdad de lo sucedido, tal y como la familia y la ciudadanía en su conjunto hemos venido demandando desde el día en que hirieron mortalmente a Iñigo. Por ello, queremos mostrarles públicamente nuestro agradecimiento por su labor e implicación estos años.
Y paradójicamente, lo primero que se va a juzgar en relación a la muerte de Iñigo, no es nada relacionado con lo sucedido aquel 5 de abril de 2012, con la muerte de Iñigo, ni con sus responsables. Se va a juzgar a quienes han estado de nuestro lado en la búsqueda de la verdad y de la justicia, a quienes han sido nuestro altavoz.
Lejos de esto, la persona encargada de dirigir el dispositivo policial de aquel 5 de abril, la persona a la que hemos escuchado dar órdenes, se permite el lujo de demandar por «daños y perjuicios». No nos engañemos, al Sr. Ugarteko no le ha causado daños lo que sucedió aquel día, haber herido mortalmente a Iñigo en un dispositivo de la Ertzaintza, lo que no ha soportado es que se haya hecho público y todos hayamos podido conocer lo que sucedió y cuál fue su actuación aquel día.
Pero lo que ha hecho ahora es un golpe muy bajo; es vergonzoso y doloroso. ¿Los daños y perjuicios que esto le ha causado a Ud.? ¿Qué hay de nuestro daño y de nuestros perjuicios? Sr. Ugarteko, ¿es Ud. consciente del dolor añadido y gratuito que esta actuación suya nos está causando? Sus argumentos son insultantes. Pero ya que Ud. ha hablado de deterioro de salud y de perjuicios en su carrera, le vamos a explicar lo que llevamos padeciendo durante seis años.
Nos arrebataron injustamente a nuestro único hijo. No hay nada comparable a esto. Ud. no es capaz de imaginar el dolor inmenso que esto supone y las evidentes consecuencias en nuestra salud.
Lo hemos dicho en otras ocasiones; el día que segaron la vida de Iñigo, también acabaron con las nuestras. Nuestras vidas no han vuelto a ser las mismas, con Iñigo se fue nuestro motivo de ser, lo que daba sentido a nuestra vida.
Desde entonces hemos recibido tratamiento psicológico y psiquiátrico. Y le vamos a contar otra cosa; desde hace un tiempo, sólo recibimos tratamiento psiquiátrico en Osakidetza para medicación, ya que no podemos permitirnos pagar la terapia psicológica que necesitamos.
Si no lo sabe, desde aquí le decimos que tuvimos que dejar el negocio que regentábamos, nuestra única fuente de ingresos, porque en nuestro estado psicológico y emocional era imposible seguir trabajando cara al público. Ud., por el contrario, a pesar del cambio de puesto, mantiene su categoría en la Ertzaintza y su sueldo.
Ud. aduce entre otras cosas que como consecuencia de todo esto tiene tasas altas de colesterol y sobrepeso. Si no fuera porque lo que está haciendo es muy serio y grave, nos reiríamos con estos argumentos. A nosotros no nos ocurre esto, porque desde hace seis años apenas podemos comer, ni siquiera nos entra la comida.
El Departamento de Seguridad, es decir, la ciudadanía vasca, incluida la familia de Iñigo, ha asumido el pago de los honorarios de abogados/as y procuradores de los agentes que han acudido al Juzgado en el procedimiento penal. ¿Le parece esto justo? ¿Cómo cree que nos podemos sentir?
Pérdida de capacidad de ocio, aislamiento social… ¿Cómo cree Ud. que estamos nosotros? ¿Le parece que la muerte de nuestro hijo, en las circunstancias en las que ocurrió, no nos ha cambiado la vida, no ha afectado a nuestra capacidad de ocio?
¿Le parece éticamente aceptable que sea Ud. quien se erija en víctima? A nosotros no.
Nuestra mochila venía ya muy cargada de dolor, daño, humillaciones y agravios… Ahora Ud. nos añade un peso más, sentirnos responsables por lo que les está sucediendo a las personas a las que se juzgará mañana, entre ellas nuestra abogada, por el único motivo de defender nuestros intereses y trabajar en favor de la verdad, la justicia y la reparación. Esto demuestra que los intereses personales de Ugarteko y «limpiar» su nombre están por encima del esclarecimiento de lo sucedido, y que poco o nada le importamos ni Iñigo, ni su familia y el dolor que nos causa.
Si este trabajo es lo que le ha ofendido y causado perjuicios, se ha equivocado de demandados, debió haber sido valiente y habernos demandado a nosotros, Fina y Manu, madre y padre de Iñigo, responsables últimos de la lucha por conseguir justicia para Iñigo. Pero Ud. no se ha atrevido, seguro que no le han faltado ganas, porque eso hubiese sido la gota que colma el vaso a ojos de la opinión pública. Y ha optado por el objetivo fácil, demandar a una abogada y medio de comunicación con adscripción política muy concreta y de todos conocida, algo que no hubiera hecho de haberse tratado de otra abogada u otro medio de comunicación.
Queremos decir una vez más que, le pese a quien le pese, vamos a seguir luchando en favor de la verdad, la reparación y la justicia para Iñigo.
Fina Lizeranzu, Manu Cabacas y familia de Iñigo