Joseba VIVANCO

Ziganda y la rueda giratoria

El técnico alaba del Girona cómo ha interiorizado una forma de jugar que es la que todavía él no ha conseguido imprimir a su equipo.

Dicen que un hámster o un ratoncillo subido a una rueda estacionaria dentro de su jaula es capaz de hacer cinco kilómetros en una noche, aunque no se sepa a ciencia cierta el porqué de una conducta que les empuja a correr, correr y correr hacia, en apariencia, ningún sitio. El discurso de Kuko Ziganda a medida que avanza la temporada y este equipo sigue sin desvelar a qué juega o quiere jugar, cada vez se asemeja más al del ratón en su rueda giratoria. Ayer, en la previa del encuentro ante el Girona, volvió a repetir los mismos elogios hacia el contrario que ya han salido otras veces de su boca. El de enfrente es un equipo que «tiene muy interiorizado su sistema y sabe muy bien a qué juega, tanto fuera como en casa. Ha conseguido una sincronización que les está dando sus frutos, una maquinaria muy bien engrasada», piropeó al conjunto de Pablo Machín. La cuestión a la que debiera responder es por qué este Athletic no lo es y por qué el técnico navarro para elogiar a los suyos solo tira de argumentos del tipo «el equipo no te deja tirado», como ayer dijo, o similares. ADN rojiblanco, hoy y ayer, pero ¿y fútbol qué?

La segura presencia de Iñigo Martínez en el eje de la zaga en Montivili –le ve «bien y con ganas»– es todo un consuelo para su entrenador, toda vez que se espera que el ondarrutarra supla en parte la alarmante pérdida de salida jugando desde atrás sin Laporte ante el Eibar. «El mejor jugador posible era Iñigo» para ocupar el vacío dejado por el francés, fue tajante Kuko «No hay más», vino a zanjar cualquier discusión sobre la idoneidad o urgencia del fichaje. «No ha habido ninguna duda», entre cuerpo técnico y dirección deportiva. «Los dos son centrales zurdos, tienen una salida de juego aceptable y no les quema el balón. Estamos encantados con su llegada», se explayó.

Alguna duda dejó entrever sobre la posible nueva titularidad de Kepa desde su última presencia el 10 de diciembre en Levante. «Esta semana ha entrenado con nornalidad. Ahora me toca decidir a mí si esperamos o no», vino a decir. La otra novedad, aunque en el banquillo, podría ser la inclusión del cachorro Andoni López, lateral zurdo del filial, que ha entrenado esta semana con el primer equipo y es otro de los ‘ojitos derechos’ del técnico. «Llevamos mucho tiempo solo con Saborit y vamos un poco justos de efectivos. Tiene posibilidades» de entrar en la lista que dé hoy. El que veremos si entra o no y sí deberá seguir esperando su oportunidad es Yeray. De Marcos, por su parte, entrenará el lunes con el grupo pero «veremos a qué ritmo» y con la dolencia de Balenziaga, «más delicada por la zona que es, vamos con un poco de paciencia para no recaer», por lo que aún tendría para semanas.

La imperiosa necesidad de ganar

Con estos mimbres, Ziganda se presenta en Girona con la imperiosa necesidad de ganar, el enésimo empate serviría para mantenerse como la cobaya en su rueda giratoria y una derrota no entra en los cálculos, y no porque no sea una realidad. El Girona inclusó ganó en su feudo ante el Real Madrid y será un rival muy difícil de hincar el diente. Por esas virtudes que alababa Kuko ayer y por ese esquema de juego con defensa de tres y dos rápidos carrileros que se suele atragantar a sus contrarios. Mikel Rico, protagonista ayer por su renovación hasta 2019, asumió que «habrá que contrarrestar el sistema que tienen», aunque «estamos preparando el partido bastante bien». Se verá.

No es un partido cualquiera. Y es que este arranque de año era propicio para sumar de tres en tres y almacenar ‘comida’ para el invierno que venga. No ha sido así y el rosario de igualadas ya no son excusa. «Algo bueno dice de ello», señaló, aunque lo cambiaría «por alguna derrota y más victorias». No es un partido cualquiera porque el navarro reconoce que «queremos romper esta dinámica con una victoria».

Es un encuentro en el que «dar la vuelta» a la sonrojante imagen dada ante el Eibar. «Somos los principales actores en la escena y los que tenemos que cambiar lo del otro día lo más rápido posible. Sabemos que fue un paso atrás y queremos hacer un gran partido, recuperar sensaciones y mostrar la cara buena que puede tener este equipo», asumió. De nuevo, se verá.

Defiende Kuko que este «equipo no te deja tirado aunque parezca que nos faltan cosas». Una de esas carencias es la gestión de las ventajas en el marcador y que tanto se está repitiendo. Ve quizá «algo mental» o el «miedo a perder lo que ya tienes». Ve necesidad de recursos «técnicos y de mentalidad que en algunas ocasiones sí nos han faltado».

Prueba de fuego mañana para los leones, precisamente ante algunos ex como Gorka Iraizoz o Jonás Ramalho. Este último habló ayer ante una cita «siempre especial para mí» y con ansia de demostrar que «en verano quizás se dudaba un poco de mi rendimiento y de si podía jugar en este equipo y en Primera, pero creo que cuando el míster me ha necesitado he demostrado que puedo dar el nivel».

 

Rico, «un ejemplo para todos», se gana renovar un año

Son habituales actores secundarios. Gente que sabe cuál es su sitio, que sabe estar. Que suma y no resta. Que hacen mejores a los de al lado con esa competitividad intacta que demuestran en los entrenamientos y un peso intangible de puertas del vestuario hacia dentro. Pocos encarnan ese papel como Mikel Rico. Con decir que ayer, tras anunciarse su renovación un año más, hasta 2019, estaba como un niño con zapatos nuevos... Hace unos meses tenía algún pie fuera del equipo ante el overbooking que está por venir en la medular rojiblanca, pero se ha ganado a pulso su renovación gracias a haber estado ahí cuando el equipo le necesitaba. Una renovación en la que es de alabar el también gesto del club para con el de Arrigorriaga, que tendrá 34 años cuando acabe su nuevo contrato, cuando el actual tenía pinta de haber sido el último. «Estoy feliz. Poder estar un año más aquí es algo muy grande. Cuando renuevas un par de veces, como en mi caso, te sientes muy valorado por el club, te sientes muy importante, que puedes seguir sumando», valoró.

Será su sexto curso como león. Tan contento como el primer día, vino a decir, aunque para halagos los de Ziganda. «Es un grandísimo ejemplo para todos. Esto no es un premio. Él nos lo da todos los días. Se lo ha ganado a pulso. Lo que aporta fuera y dentro del campo, es justo reconocérselo. Siempre es un ejemplo para todos, cómo llega y cómo se va», fueron sus palabras. Por cierto, Rico se refirió al cuestionable anuncio de la Real para con las camisetas de Iñigo Martínez. «Cada uno se retrata con sus propios actos. No será agradable que se haga un gesto así, seguro que aquí no se hace eso», se mostró muy claro el jugador vizcaino.J.V.