La militancia de la CUP debatía este sábado sobre el acuerdo entre JxCat y ERC de proponer al expresidente de la ANC Jordi Sánchez como candidato en una hipotética sesión de investidura, propuesta que ha sido declinada por considerarla «autonomista».
El diputado de la formación independentista Vidal Aragonès ha aclarado que no se trata de un «no» a la figura de Sànchez, «porque la CUP no ha hecho un debate de nombres», sino porque la propuesta implica «una sumisión a la legalidad española». «Decimos de una forma clara que, ni artículo 155 (intervención de las instituciones autonómicas), ni 135 (estabilidad presupuestaria), ni autonomismo», ha afirmado Aragonès.
Así, Sánchez sumaría 64 votos en una hipotética sesión de investidura –tanto a Carles Puigdemont y como a Toni Comín no les permiten delegar su voto desde su exilio en Bélgica–, mientras que las fuerzas constitucionalistas llegarían a los 65 votos.
La CUP se oponía a la idea de la formación de un gobierno simbólico en Bruselas y otro en la Generalitat y pretendía que el nuevo Govern hiciera políticas para implantar la nueva República catalana.