Jon ORMAZABAL

Ezkurdia-Zabaleta, a punto de renunciar a la elección

Olaizola se tomó a cachondeo las quejas de los de Aspe «que no cogieron las dos pelotas más vivas».

La temperatura sigue aumentando a medida que el Parejas se va acercando a su fase más resolutiva y el Bizkaia fue escenario ayer de la penúltima polémica con el material como epicentro, pero con la sensación de que existe algo más de mar de fondo. Si la semana pasada en Iruñea Elezkano y Rezusta se guardaron mucho de mostrar explícitamente su malestar con el material, ayer en Bilbo Ezkurdia y Zabaleta no quisieron guardar su disgusto, hasta el punto que el de Arbizu reconoció que «hemos estado a punto de no elegir y que lo hiciera Martín (Alustiza)».

«Lo que me jode es que ellos tengan sus pelotas y nosotros no», declaró Joseba Ezkurdia, que no escondió su queja. «Estamos disgustados, nosotros queríamos pelotas más fuertes, de las que hacen daño, no es lo mismo pelota viva que fuerte, nosotros buscábamos pelota más exigente, de las que hacen daño. La otra vez en Eibar nos quedamos muy a gusto pero hoy no, las de hoy son pelotas sin chispa, sin chispa», apuntó.

Como viene haciendo magníficamente durante todo el campeonato, Aimar Olaizola aprovechó la mínima oportunidad, en este caso semántica, para pasar al ataque y enseguida respondió a las quejas de sus rivales. «Nosotros no hacemos ni caso a eso, pero yo creo que si han dicho que las pelotas no salen del frontis es un poco de cachondeo, porque las dos más vivas las han dejado sin escoger».

Partido dialéctico

Habitualmente muy callado y tímido, José Javier Zabaleta también cogió ante los micros el peso que tiene en el juego de la pareja para dejar clara su opinión al respecto. «No es que queramos más pelota, ya había pelotas que botaban para arriba pero no nos conviene eso tampoco. Al final queremos pelota que cuando le des coja carga, que en el ocho y medio pese, pelota fuerte como en Eibar, que poniéndola en el ocho hacía daño. No hace falta echar al 10 ni al 11, pero hay que jugar con lo que hay y ya está».

«Con las suyas Aimar estará contento, las tres pelotas que le vienen bien a él, con gracia en el suelo pero no en el frontis, para sus ganchos, vamos, divinas», aumentó su queja.

Aunque cada pareja hizo su intervención por separado, resultó una especie de cruce de acusaciones en el que cada uno tiró para su lado. «Son pelotas que hay en el cestaño, yo no llevo las pelotas de casa, cojo de lo que hay», se defendió un Olaizola II que sabe como nadie cómo lidiar en este tipo de «guerras sicológicas» de las que nunca ha salido perdiendo. «Como casi siempre, es como una estrategia para enredar las cosas, pero cuando suele haber este tipo de cosas jugamos más, así que encantados», apuntó.

El de Goizueta preguntó si «¿hay alguien al que le pareció que el sábado pasado en Iruñea hubo pelota demasiado baja? Hubo espectáculo y pudo ganar cualquiera, pero, al final, siempre que estoy o gano, pasa algo», apuntó. «Cogemos pelotas buenas para nosotros y, si son malas para ellos, mucho mejor».

 

Ander Imaz, en su mejor momento

Como hace sobre la cancha, Aimar Olaizola se echó el peso de la pareja a la espalda en sala de prensa y protegió todo lo posible a Ander Imaz, al que apenas se le preguntó en torno a la polémica del día. «Tengo un gran compañero que me dice que no haga caso a todo eso. Nuestras pelotas son las que hemos usado en todo el campeonato, las suyas un poco más vivas pero me parecen buenas», apuntó.

En lo personal dijo encontrarse tranquilo tras haberse sentido aliviado una vez lograron el objetivo de pasar a semifinales. «Para mí, sin duda, es un partido especial, pero intento ponerme la menor presión posible. En los dos partidos anteriores he dado el nivel, estoy bien de manos y, en mi caso estoy en el mejor momento», señaló el de Oiartzun, que es consciente de que le espera un partido muy complicado ante un Zabaleta en gran estado de forma. «El otro día en Eibar le dio mucha candela con las dos manos, pero trataré de aguantarle».J.O.