Maitane ALDANONDO

«Hasta que no lo pruebas no sabes muy bien qué esperar»

Un grupo de estudiantes universitarios ha creado Khao Thai, una empresa junior dedicada a acercar la cultura tailandesa. Como producto inicial comercializan insectos bañados en chocolate. Gusanos, saltamontes y escorpiones para los más atrevidos.

Khao Thai significa «añoro Tailandia», precisamente, porque la nostalgia es lo que impulsa a Lucía Dueñas, Patricia Draghici y Ander Méndez a compartir su fascinación por ese país asiático. Han formado una junior empresa con el objetivo de acercar la cultura tailandesa, y como paso inicial, han optado por la parte más exótica de su gastronomía: los insectos. Desde enero distribuyen este curioso manjar como ingrediente para «crear experiencias».

Estos tres estudiantes universitarios de 22 y 23 años, viajaron en setiembre a Tailandia, un país que afirman «nos cogió muy adentro», por lo que a su regreso quisieron traer algo de allí. «Nos gustan mucho los elefantes, pero no caben en la maleta…», apunta divertido Méndez. Barajaron opciones y se decantaron por los insectos. Los probaron en los mercados locales, y gracias a una persona que conocieron entre los puestos pudieron visitar una granja de insectos y comprobar que se crían en condiciones óptimas. No obstante, el empujón definitivo fue un cambio de normativa. En concreto, el 1 de enero la Unión Europea renovó su regulación sobre nuevos alimentos –Novel Foods– autorizando su comercialización para el consumo humano.

Al ser estudiantes de la UPV/EHU han tenido acceso al vivero de empresas ZITEK situado en Sarriko. Comentaron su idea con los responsables y estos les han apoyado desde el principio. Méndez detalla que «nos dan asesoramiento y herramientas para poder validar la idea. Son personas a las que puedo preguntar cualquier cosa y me van a saber responder. Estamos muy agradecidos». También les han cedido un espacio donde desarrollar la iniciativa a la que le dedican el tiempo que les permiten sus estudios. Optaron por la figura de junior empresa, porque les da la posibilidad de experimentar en el mercado real y vender, operando como una empresa, sin los gastos asociados. Han invertido en un gran pedido inicial, así como en el pago de las certificaciones de calidad; todo esto mediante recursos propios y algún aporte económico que «no es sustancial».

Ecológico y certificado

Lanzaron la plataforma e-commerce Khaothai.es a través de la que venden escorpiones, saltamontes y gusanos bañados en chocolate. El precio por un envase de 9 gramos de escorpiones es de 14,99€, mientras que 10 gramos de gusanos o saltamontes cuestan 12,99€. Respecto a su sabor, Méndez admite que «hasta que no lo pruebas no sabes muy bien qué esperar. Los escorpiones tienen un sabor similar a la almendra tostada, los saltamontes a nuez asada y los gusanos tienen un sabor neutro». Proponen incluso un posible maridaje: escorpiones con vino tinto, saltamontes con vino blanco o tipo Chardonney, y gusanos con cerveza.

Los productos llegan directamente de Tailandia, procedentes de varias granjas certificadas donde crían los insectos de forma ecológica. Los recolectan, limpian, tuestan y deshidratan antes de bañarlos en chocolate. Tras ser empaquetados, Khao Thai los importa para su distribución. Tanto en origen como en destino pasan controles de calidad. De momento, venden sólo online, aunque en breve esperan llegar al sector retail y no descartan el de la restauración. Se dirigen al mercado estatal desmarcándose de la incipiente competencia ofreciendo una experiencia. Por tanto, sus clientes potenciales son aquellos que «quieren probar algo nuevo y les gusta lo atrevido».

En las presentaciones que han realizado hasta el momento han comprobado que, tras el impacto inicial, estos bocados provocan rechazo o expectación a partes iguales, aunque Méndez reconoce que «hay muchas manos levantadas cuando preguntamos si alguien quiere probarlos». Consideran que es una cuestión cultural e irán introduciéndose poco a poco, como ha pasado, por ejemplo, con el sushi. De hecho, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que los insectos forman parte de la dieta tradicional de cerca de 2.000 millones personas en el mundo. Ricos en proteína, vitaminas y micronutrientes; son fáciles de producir y tienen un menor impacto ambiental.

Planean volver a visitar Tailandia en setiembre y a medio plazo les gustaría contribuir a la economía local montando una granja allí. Por el momento, están centrados en impulsar la cultura tailandesa, expandir redes y organizar algún evento. «Todo está yendo bastante bien, mucho mejor de lo esperado, y estamos muy contentos. Además vamos recuperando la pequeña inversión que hemos tenido que hacer», concluye.