Delis SULEIMAN
manbij

Occidente refuerza a los kurdos en Manbij; Putin y Erdogan se cortejan

Escaramuzas cotidianas, patrullas de seguridad, trincheras en los accesos: en Manbij, norte de Siria, los soldados de la coalición internacional liderada por EEUU contra el ISIS y sus aliadas fuerzas kurdas refuerzan posiciones ante la amenaza de una ofensiva de Turquía. Su presidente, Erdogan, estrechaba relaciones con su homólogo ruso Putin.

Desde hace semanas, el presidente turco, Recep Tayip Erdogan, que acaba de conquistar el cantón kurdo de Afrin, amenaza con lanzar una ofensiva militar contra la región de Manbij, donde están estacionadas tropas estadounidenses que apoyan a las milicias kurdas, punta de lanza contra el Estado Islámico.

Situada a una treintena de kilómetros de la frontera turca, la región es altamente estratégica. y solo unos cientos de metros separan los territorios controlados por la coalición kurdo-árabe de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) de las ciudades de Al-Bab y Jarablus, conquistadas en 2016 por Ankara y sus rebeldes armados sirios a sueldo.

Es precisamente la presencia de tropas estadounidenses y francesas, estacionadas en una base en la entrada de la ciudad de Manbij, la que hace de tapón para impedir esa ofensiva.

El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) informó que la coalición anti-ISIS envió ayer refuerzos, incluida artillería pesada y equipamientos militares, a la base, que contaba ya con 350 soldados estadounidenses y franceses.

Jalil Mustaphah, comandante kurdo de las FDS, y corresponsales de AFP confirmaron que ha aumentado el patrullaje de la zona por parte de las fuerzas internacionales y el sobrevuelo de helicópteros.

Anuncio de Trump

La efervescencia sobre el terreno contrasta con el reciente anuncio por parte del inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, de una inminente retirada de sus 2.000 soldados estadounidenses de Siria.

Nadie en su Administración se ha atrevido a desairar a su compulsivo presidente, quien hizo estas declaraciones en un mitin en Ohio. La estrategia tanto en el Departamento de Estado como en el Pentágono parece ser hacer como que no han oido nada y proseguir con sus planes de despliegue e implicación en la alianza con los kurdos contra los yihadistas del ISIS.

Tanto el destituido exsecretario de Estado, Red Tillerson, como el jefe del Pentágono, Jim Mattis, según muchos en la picota, son fervientes partidarios de mantener una presencia militar en Siria e impedir así que una retirada deje vía libre a Rusia, y sobre todo a Irán. En esta línea, Charles Lister, analista del Middle East Institute, asegura que «es difícil tomar totalmente en serio» el anuncio de un presidente Trump que «creo que simplemente no entiende la situación». Ante esa tesitura, Lister espera que el sucesor de Tillerson, el halcón Mike Pompeo, el nuevo consejero de Seguridad Nacional John Bolton y el propio Mattis «pueden explicarle por qué es mejor para nuestro interés quedarnos que irnos (...) Tengo la impresión que, por lo menos de momento, van a lograr frenar la tendencia de Trump para hacer las maletas e irnos», añade.

Mientras tanto, la alerta es máxima en Manbij y las escaramuzas son constantes desde la conquista turca de Afrin. «Todas las noches lanzan obuses y atacan nuestras posiciones de artillería», denuncia el combatiente kurdo Chiyar Kobane.

Y no solo son escaramuzas. El pasado jueves un estadounidense y un británico murieron en la explosión de una bomba artesanal en Manbij. «El terrorismo sigue presente», denuncia Abdel Karim Omar,. responsable de Exteriores en la Administración autónoma kurda.

Erdogan y Putin

Erdogan y el inquilino del Kremlin, Vladimir Putin, inauguraron ayer las obras de construcción de la primera central nuclear turca de Akkuyu, en la provincia sureña de Mersin. El presidente neotomano- slamista las bendijo con un «Allah sea con todos».La central, con cuatro reactores, forma parte del plan de Erdogan para aupar para 2023 a Turquía entre los diez países más ricos del mundo.

Putin y Erdogan tenían previsto tratar la exención de visados impuesta a los ciudadanos turcos y el levantamiento de aranceles a productos agrícolas turcos tras la crisis de 2015 por el derribo de un caza ruso por Turquía, sin olvidar el proyecto de gasoducto Turkish Stream.

Todo ello mientras esperan hoy la llegada del presidente iraní, Hassan Rohani, para una cumbre trilateral sobre Siria.

 

Goteo en Ghuta, ultimátum en Qalamun

Rebeldes y civiles embarcaron en cuenta gotas en apenas media docena de autobuses para ser evacuados desde la capital, de Ghuta Oriental, Duma, con destino a Yarabulus, en el norte sirio ocupado por Turquía.

Pese a que 1.100 milicianos y familiares fueron evacuado el lunes, el grupo rebelde que controla Duma, Jaish Al-Islam, guardaba silencio, lo que daba pábulo a los informes que apuntan a desavenencias al interior de esta facción, que cuenta con 10.000 efectivos armados.

Pese a que Rusia anunció el domingo un acuerdo para su evacuación, un sector de Jaish al-Islam rechaza salir de Duma e insiste en aceptar su desarme ante los rusos a cambio de que le dejen permanecer en la ciudad, a lo que Damasco se opone tajantemente.

Mientras tanto, los ejércitos ruso y sirio dieron un ultimátum a los rebeldes del grupo Mártires de Ahmad Abdo, que forma parte del Ejército Sirio Libre, a que se rindan o retiren de la región de Qalamun, cerca de Damasco. GARA