Un preso social encarcelado en la prisión valenciana de Picassent se quitaba la vida el pasado viernes. Los presos políticos vascos Asier Badiola y Garikoitz Garcia lo encontraron en su celda, aún vivo, colgado de una cuerda. Fueron ellos los que cortaron la soga e intentaron reanimarlo, pero desgraciadamente, el preso falleció instantes después en la enfermería de la prisión.
Manex Zubiaga, preso también en la cárcel de Picassent, ha relatado lo vivido vía Twitter. Asegura que han sido muchos los presos sociales, enfermeras y funcionarios de prisiones los que se han acercado hasta Badiola y Garcia a darles las gracias por su esfuerzo. Incluso el director del centro les ha mostrado agradecimiento. Los presos políticos vascos encarcelados en esta prisión consideran, sin embargo, que todas las palabras están fuera de lugar y reclaman el fin de las cárceles.
Preso sozial bat urkatu zan atzo gure galerian. Asier ta Garik soka ebaki, jeitsi ta suspertze ariketak egin arren enfermerian hil zen. Bien ekinaldia eskertzera etorri zaizkigu preso sozial, erizain, Zuzendari ta kartzelazainak baina... sobera hitz oro #espetxeakapurtu! pic.twitter.com/Kr2kizT95r
— Manex Zubiaga Bravo (@ManexZubiaga) 2018(e)ko apirilak 7
Son muchos los reclusos que mueren en las cárceles. Según los datos de Instituciones Penitenciarias cada año fallecen unos 150 presos en las cárceles españolas de los que aproximadamente el 15% se ha quitado la vida. Estas muertes pasan desapercibidas.