EZKURDIA-ZABALETA 22
ELEZKANO-REZUSTA 9
El tan cacareado equilibrio del que tanto se ha hablado en este Parejas se vino abajo en el día más crítico. Más bien, lo echaron abajo la dinamita de Joseba Ezkurdia, que abrió las primeras grietas en la pareja rival, y un José Javier Zabaleta que, con su bola de demolición volvió a dejar el Bizkaia como un solar. Esa era para muchos la gran duda de la final, si los de las «Demoliciones Sakana» iban a ser capaces de repetir en la final el nivel destructor que habían mostrado en semifinales en ese mismo escenario quince días antes, incertidumbre que también se solventó mucho antes de lo que toda la cátedra esperaba.
Y es que enfrente esta vez iba a estar Beñat Rezusta, el zaguero que ha venido dominando la modalidad en los tres últimos años sin que nadie se hubiera acercado siquiera a cuestionar esa hegemonía. El de Bergara también había mandado durante gran parte de este campeonato, pero su trayectoria en este Parejas ha sido inversamente proporcional a los a la postre campeones y el Rezusta más dubitativo de su etapa como profesional fue incapaz de aguantar, ni siquiera un poco, a unos Ezkurdia-Zabaleta desbocados. Ante las preguntas de los medios una vez que se supo que suspende hoy en Zumaia, el de Bergara defendió con vehemencia que sus manos estaban en condiciones –en un campeonato en el que la credibilidad de los pelotaris ha sido la que más ha cotizado al alza junto a los campeones y Martija, que ocupa su lugar en el Aitzuri, el de Bergara es uno de los que más crédito tienen en ese sentido–, que era su mente la que, por falta de confianza, le impidió ponerse a la pelota como suele, con la mala fortuna de que coincidió que enfrente se topó con la peor pareja para mostrar la más mínima incertidumbre.
Porque sí, enfrente volvían a estar Ezkurdia-Zabaleta, pareja a la que dejaron en 6 el día de Navidad en el Astelena, pero el dueto de Aspe actualmente poco o nada más allá del nombre tienen que ver con aquellos dos pelotaris que regalaron 13 pelotas a finales de diciembre.
Enorme solidez
Algo ha hecho click dentro de los de la Sakana en estos meses para que ayer se presentaran a la primera final del delantero y minimizaran esa cantidad de errores a cinco, el último una pelota que un crecido Zabaleta mandó abajo al querer poner la rúbrica a su partidazo en el 21-9. Ayer no importó, lo consiguió en el siguiente tanto.
No fue casualidad. Ese sentirse en lo alto de la ola de un zaguero llamado a dominar el cuadro desde hace tiempo es la metáfora que mejor define la metamorfosis experimentada por la pareja navarra. Son muchos los que, desde su misma empresa, le reclamaban a Zabaleta hace tiempo que diera un golpe encima de la mesa, manotazo que ha dado en esta fase final del Parejas y, a su lado, Joseba Ezkurdia también ha encon- trado ese apoyo que necesitaba para superar ese último escalón que se le resistía.
Al día clave llegaron con la lección bien aprendida y, lo que es mas difícil, la pusieron en práctica sin apenas distracciones. Desde el principio sometieron a Rezusta a un bombardeo del que no se pudo defender, negaron todo protagonismo a Elezkano en su primera final y se abrieron camino a la txapela.
A la tercera, la pareja de vecinos recupera el título para Nafarroa
Con la victoria de ayer de Ezkurdia-Zabaleta, el palmarés del Parejas cuenta con un nuevo nombre, el del delantero de Arbizu, que estrenó su listado como pelotari profesional más de seis años después de su debut el 28 de diciembre de 2011 en el Beotibar de Tolosa. Lo hizo acompañado por José Javier Zabaleta, que ya sabía lo que era el proclamarse campeón de este torneo en 2013, cuando lo hizo junto a Martínez de Irujo.
Eso sí, la txapela de ayer la pudo saborear mucho más que en aquella tarde de primavera de 2013, cuando la final se tuvo que suspender cuando la pareja de Aspe ganaba 6-4 por la lesión en el talón de aquíles de Pablo Berasaluze. Ayer nada de eso ocurrió y la felicidad fue plena en el Bizkaia y en la cena que tuvo lugar en Arbizu, el corazón de la Sakana, donde la celebración se alargó hasta altas horas, si bien José Javier Zabaleta tuvo que dosificarse, ya que la empresa no le ha perdonado y está anunciado esta tarde en el Aitzuri de Zumaia.
De esta manera, las txapelas del Parejas vuelven a Nafarroa, cuatro años después de que Martínez de Irujo y Barriola fueran la última pareja compuesta por dos pelotaris navarros en 2014. Eso sí, Bengoetxea VI un año después y Olaizola II en 2017 también llevaron la txapela a Nafarroa. Este año, además, todos los campeones del Parejas son del herrialde, después del triunfo de Agirre-Iturriaga en el torneo de Promoción.
De esta manera, Nafarroa consolida su dominio en el palmarés del torneo con sus 55 títulos en total. Con el estreno de Joseba Ezkurdia, son hasta 23 los diferentes pelotaris de Nafarroa que se han calado esta txapela. J.O.
Elezkano-Rezusta: «No hemos dado el nivel, ha sido muy incómodo para nosotros»
Después de un 22-9, pocos paños calientes se pueden poner a una derrota con tanta diferencia. Danel Elezkano y Beñat Rezusta no tuvieron tapujos en asumir que «nos han ganado con todo merecimiento, han sido muy superiores, no hemos dado el nivel y ha sido un partido muy incómodo para nosotros».
El de Bergara quiso dejar claro que sus herramientas estaban al cien por cien cuando decidió saltar a la cancha al ser interpelado por ello. «Si hubiera tenido mal la mano, me habría quedado en casa, sería una falta de respeto hacia la gente que paga una entrada estar en malas condiciones en una final. Más que la mano, ha sido la falta de confianza, el que he venido con dudas y no te pones igual a la pelota», confirmaba el zaguero guipuzcoano.
En parecía línea, Elezkano apuntó que «teníamos claro que era muy importante empezar bien y para ello habíamos calentado lo mejor posible, pero para cuando nos hemos dado cuenta, íbamos perdiendo por muchos tantos y cuando te cogen tanta diferencia, resulta difícil. Pese a ello, no hemos tirado la toalla y hemos seguido luchando hasta el final».
Puestos a sacar una lectura positiva de la derrota, resaltó que «cuando nos sentemos a valorar el campeonato que hemos hecho, nos daremos cuenta que el balance es positivo y que, al principio, hubiéramos firmado con llegar a la final. Lo que ocurre es que, llegados aquí, lo que quieres es ganar. Malo sería que no me fuera triste a casa», ahondó el de Zaratamo.
Rezusta, finalmente, asumió que «ha sido una pena por la gente que ha venido a animarnos, pero en ningún momento nos hemos visto capaces de dominar, ni en el marcador ni en sensaciones. Bastante tenía con devolverlas y, aun y todo, he fallado bastantes», aceptó.
Ezkurdia-Zabaleta: «Nos ha salido redondo, empezamos muy bien desde el principio»
Tanto Joseba Ezkurdia como José Javier Zabaleta coincidieron en que su fulgurante comienzo de partido resultó determinante para el tanteador final. «Todo nos ha salido bastante redondo, empezamos muy bien desde el principio», reconocía el de Arbizu, quien elogiaba a su compañero «porque está en un momento excepcional, con toque y dándole velocidad a la pelota», flores a las que correspondía el de Etxarren, asegurando que «Joseba ha marcado el ritmo desde el principio y eso me ha empujado a meterme en el partido».
«Un encuentro de estos tiene mucho peligro, pero hemos cogido ventaja desde el inicio y eso nos ha facilitado las cosas. Es cierto que cuando hemos llegado al 18 nos han hecho varios tantos y quizás hemos pasado un poco de miedo, porque hasta que no llegas al 22 no está ganado», coincidieron.
Para Ezkurdia, esta es su primera txapela después de sufrir muchos sinsabores en el frontón. «He trabajado mucho para conseguirla, he tenido que oir de todo, que en los partidos decisivos no daba la talla, pero he seguido trabajando, a lo mío, me gusta mucho la pelota y, al final, ha llegado la recompensa. Se la dedico a mi primo Alberto y a mi primo Juan, que me metieron el gusanillo de este deporte y que me habrán animado desde allí donde estén», dijo emocionado.
Zabaleta colocará en sus vitrinas el que es su segundo trofeo de parejas. «Sin duda, es muy diferente a la primera, porque esta vez ha sido llegando al 22. En aquella ocasión fue por la lesión de Pablo (Berasaluze), lo que no es agradable, ni por él, ni por su gente. Ahora he conseguido la txapela con un gran compañero y amigo. Igual no lo expreso por fuera, pero estoy muy contento», declaró con cierta timidez.espués de un 22-9, pocos paños calientes se pueden poner a una derrota con tanta diferencia. Danel Elezkano y Beñat Rezusta no tuvieron tapujos en asumir que «nos han ganado con todo merecimiento, han sido muy superiores, no hemos dado el nivel y ha sido un partido muy incómodo para nosotros».