El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se preparaba para decidir una acción militar en Siria, tras su amenaza de hacer «pagar un alto precio» a Bashar al Assad y sus aliados por un presunto ataque químico.

Washington, con el respaldo de Londres y París, dijo estar listo para actuar con o sin apoyo de Naciones Unidas, donde se trasladó su enfrentamiento con Moscú. EEUU ya había advertido de que podría tomar su decisión tras la votación del Consejo, que ayer examinó varios proyectos para investigar el presunto ataque químico.

Rusia vetó el texto propuesto por Washington para establecer un nuevo mecanismo que investigue y atribuya responsabilidades por el uso de armas químicas en Siria y acusó a EEUU de querer utilizar el veto como un pretexto para atacar al Gobierno sirio. «¿Para qué necesitan el mecanismo cuando ya han señalado al culpable?», se preguntó el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia.

El Consejo rechazó otra propuesta de Rusia con el mismo objetivo. Ambas partes se acusaron mutuamente de proponer mecanismos «parciales».

«Eso dará a EEUU y quizás a Francia una excusa para una acción militar», estimó Richard Gowan, miembro del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. Trump se reunió el lunes con su gabinete y con la máxima jerarquía militar, a la vez que ya adelantaba que «tenemos un montón de opciones militares y les informaremos bastante pronto... probablemente después del hecho». Además, suspendió su gira por Latinoamérica ante la cercana «decisión» sobre Siria. También el secretario de Defensa, James Mattis, canceló un viaje previsto el fin de semana,

Ante la posibilidad de un ataque por parte de EEUU, las fuerzas gubernamentales sirias, rusas e iraníes se encontraban en estado de alerta en sus bases y aeropuertos militares.

El enfrentamiento entre Washington y Moscú se vivió ya el lunes en el Consejo de Seguridad, donde Rusia advirtió que una eventual acción militar estadounidense sería «muy, muy peligrosa». En los preparativos de guerra, Trump recabó apoyos de sus aliados. Cuenta con la colaboración de su homólogo francés, Emmanuel Macron. Ambos coincidieron en pedir una «reacción contundente» ante el supuesto ataque químico y Macron aseguró que en los próximos días tomará una decisión junto a Reino Unido y EEUU. El Gobierno francés dijo que intercambios de información entre Macron y Trump confirman «a priori el uso de armas químicas» en Ghuta.

Trump también conversó del tema con la primera ministra británica, Theresa May.

Las potencias occidentales atribuyen el ataque a Siria, Rusia e Irán, mientras Moscú y Damasco lo tachan de montaje.

El fantasma de una respuesta militar revivió el lunes tras el lanzamiento por parte de Israel de misiles contra una base militar en el centro de Siria.

Damasco y Moscú pidieron además que la Organización para la Prohibición de Armas Químicas investigue sobre el terreno y este organismo anunció que desplegará «en breve» un equipo de investigación en la localidad de Duma, objeto del supuesto ataque químico, si bien puede que Trump se le adelante.