El Eibar ejerce de perro flaco. En la semana más dura de este final de Liga y en pleno bache de resultados, a los azulgranas se les acumulan las bajas. A las ya confirmadas de Anaitz Arbilla e Iván Ramis se les unieron ayer las de Fabián Orellana y Takashi Inui, ambos con problemas físicos. Cuatro titulares indiscutibles que verán el encuentro de Cornellà por televisión.

Claro que no todo son disgustos. Contra todo pronóstico, José Luis Mendilibar se ha llevado a Charles a Barcelona, reduciendo a la mitad el plazo más optimista de recuperación que establecieron los servicios médicos del club (se habló de entre cuatro y seis semanas de baja), después de que se fracturase dos costillas en el derbi ante la Real. «Ha perdido muy pocos entrenamientos porque ya toda la semana pasada estuvo con el grupo –explicó el técnico– y sobre todo nos ha dicho que está bien. Está para ayudar».

Menos llamativa, aunque más novedosa, es la presencia en la convocatoria de otros dos futbolistas. Dos meses y medio después de incorporarse a la disciplina azulgrana, Vukasin Jovanovic debuta en la citación. También Ángel López, extremo zurdo del filial, que se incorpora a la expedición.

Evidentemente, el once que salte hoy al césped tendrá poco que ver con el que se enfrentó al Alavés hace tres días. Para empezar, es previsible que la zaga cambie por completo para conformar una alineación inédita, con Capa y Cote de vuelta a los laterales y Paulo, que solo ha jugado 25 minutos en casi dos meses, y Lombán, partido y medio para el asturiano desde noviembre, en el centro. La ausencia de Orellana e Inui forzará otras dos novedades en la línea de tres, a la que regresarán Jordán y Alejo. Además, es posible que Escalante vuelva a acompañar a Dani García en el centro del campo, en detrimento de Diop.

Muchos cambios y demasiados contratiempos ante un partido que pilla al Eibar en uno de los momentos más delicados de la temporada, tras haber saldado las nueve últimas jornadas con un solo triunfo –hace ya casi dos meses– y sumar solo uno de los quince últimos puntos.

Claro que no le va mucho mejor a su rival, que incluso empieza a preocuparse por la amenaza de un descenso del que le separan diez puntos y un solo equipo de colchón. Y es que la segunda vuelta está resultando letal para el Espanyol, que en estos trece partidos solo ha podido conquistar dos victorias, para sumar un total de doce de los 39 puntos en juego.

Viendo el estado anímico de los dos equipos, derivado de esa mala racha común, José Luis Mendilibar cree que «el que marque tendrá muchas opciones de ganar. A nosotros nos está costando marcar y a ellos tampoco les sobra. Si haces uno te sientes más seguro y si te lo hacen, te entra la inseguridad», reflexionó. Menos dudas aún tiene de que su equipo saldrá «a ganar. A intentar jugar bien y a intentar ganar para acabar con la mala racha».

Una buena noticia que «únicamente» atañe a Pedro León y al club

Celebró la familia azulgrana la renovación de Pedro León y también lo hizo José Luis Mendilibar, aunque quiso desvincular su propia continuidad de la del murciano.

«Me alegro por los dos. Una muy buena noticia para el club que renueve porque nadie puede discutirle como futbolista –aseguró–. Era algo en lo que estaba el club, han llegado a un acuerdo bastante rápido y me alegro por los dos porque si lo han firmado estarán contentos los dos».

Y punto. Porque «él es Pedro, yo soy Mendi y nada más –zanjó el zaldibartarra–. Estamos hablando, como ya os dije la última vez, y no hay más noticias».

El protagonista de la noticia, por otro lado, se reconoció «feliz y agradecido». Explicó Pedro León que llegó al Eibar «por un entrenador al que conocía» pero ahora es el club con el que se ha comprometido. «Los dos años que llevo aquí me han tratado muy bien, me siento muy agradecido y creo que tiene un proyecto que sigue siendo muy bonito», argumentó.

Y es que el futbolista tenía «claro que quería seguir» precisamente porque está convencido de que «vamos a seguir creciendo». «Queremos seguir con ese sueño que consiguieron unos compañeros hace cinco años, que hicieron posible que el Eibar esté en Primera –añadió–. Seguir en Primera, seguir creciendo, siendo un club humilde pero muy serio, seguir disfrutando con el equipo compitiendo en la mejor Liga del mundo».A.U.L.