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Nuevo ministro de Interior para un Gobierno británico desestabilizado

Theresa May nombró ayer a un nuevo ministro del Interior, Sajid Javid, tras la dimisión de Amber Rudd a raíz de la polémica por el establecimiento de cuotas anuales para deportar inmigrantes en situación irregular, una nueva crisis que desestabiliza al Ejecutivo británico.

La primera ministra británica, Theresa May, nombró ayer a Sajid Javid, hasta ahora titular de Comunidades, como nuevo ministro del Interior, un día después de la dimisión de Amber Rudd tras conocerse que ha planteado cuotas de deportación de extranjeros. May tuvo que encontrar sustituto a Rudd en pocas horas y a escasos días de unas elecciones locales consideradas como una prueba para su Gobierno, dividido por el Brexit y con una muy pequeña mayoría en el Parlamento. May pierde a una aliada proeuropea clave que ayudaba a contener la presión de los pesos pesados a davor de un Brexit duro cuando se aproxima una verdadera batalla interna por este tema.

Rudd, defensora de una relación muy estrecha con la Unión Europea (UE), renunció el domingo al frente de Interior después de varios días en la cuerda floja tras publicar la prensa que tenía conocimiento de la existencia de esas cuotas, si bien lo había negado la semana pasada ante una comisión del Parlamento británico. Los medios habían revelado que Rudd se había marcado como objetivo incrementar la cantidad de expulsiones forzosas en más de un 10% durante los próximos años. En su carta de dimisión, ella señaló que «he engañado de forma involuntaria a la comisión parlamentaria».

Según la diputada laborista Dawn Butler, May perdió también su «escudo humano». «Ha llegado el momento de que ella también dimita», tuiteó.

En la cuenta oficial de Twitter del Partido Laborista, otros diputados se mostraron deseosos de que Javid explicara ayer en la Cámara de los Comunes «las mentiras de Rudd, cómo va a reparar ese daño, cuándo presentará la ley para indemnizar a las víctimas, quién fijó los objetivos, cuántas personas fueron expulsadas indebidamente y qué sabía la primera ministra».

«Generación Windrush»

Además de la polémica por las cuotas, Rudd fue centro de las críticas por el escándalo de la denominada «generación Windrush», formada por miles de personas que llegaron a Reino Unido entre 1948 y 1973 procedentes de países caribeños, pero que estaban en situación irregular en el país a pesar de haber residido allí durante décadas.

Leyes más duras apoyadas por May cuando era ministra de Interior hicieron que esas personas debieran probar con documentos originales todos los años vividos en territorio británico, un trámite burocrático que algunos de ellos no pudieron cumplir y se vieron amenazados con la deportación y, en algunos casos, privados de servicios sociales.

El lunes pasado, Rudd había afirmado «lamentar profundamente» esa situación, recordando «la importante contribución de la generación Windrush» en Reino Unido, y había anunciado que los afectados podrían obtener la nacionalidad británica.

Pero la ministra volvió al centro de la polémica cuando la prensa reveló que su Ministerio tenía que cumplir con cuotas anuales de expulsiones de inmigrantes en situación irregular.

Con el nombramiento de Javid, de 48 años, cuyos padres emigraron a Reino Unido desde Pakistán en los años 60, el ministerio del Interior está por primera vez en las manos de una personalidad política surgida de la inmigración.

Tras su nombramiento, Javid dijo que estudiará «cuidadosamente» la política de inmigración del Gobierno para asegurar que todos los inmigrantes son tratados con respeto.

«Mi primera prioridad es asegurar que el Ministerio de Interior hace todo lo que puede para mantener la seguridad de los británicos. Esta es una gran responsabilidad, algo que me tomo muy en serio», señaló en una declaración a los medios.