Joseba VIVANCO

A Ziganda se le acabaron los comodines

Urrutia y Ziganda escenifican la no continuidad del navarro, «con fuerzas para seguir» aunque asume la pérdida de confianza en él.

–Miss Kelly, vamos a echarla mucho de menos...

–No pluralice amigo Donald, deje que opinen los demás.

(Mogambo, 1953)

Hubiera dado un penique por el pensamiento de Kuko Ziganda al finalizar la rueda de prensa de su adiós, entre el aplauso al unísono de una prensa que pedía su cabeza desde hacía jornadas y su todavía plantilla que le arropó minutos después de que le comunicara la decisión de la Junta Directiva y conocida el lunes por el entrenador. Hubiera pagado otro penique por saber lo que pasaba por la cabeza de los jugadores mientras escuchaban con atención a su técnico y al presidente Josu Urrutia. Pero todo eso forma parte del intrafútbol, de esa ley no escrita que dice que lo que pasa en el terreno de juego, allí se queda. Ziganda hizo historia como ídolo de la vieja Catedral y es ya historia, a falta de dos partidos, como inquilino del banquillo rojiblanco.

Era un secreto a voces que este jueves tomó cuerpo. Decisión adoptada por razones más que obvias y cuyo único pero es si no debiera haberse tomado hace ya varias jornadas. Pero seguramente por eso mismo, por el código ético por el que se rige su presidente, equivocado o no pero consecuente, porque también se manda un mensaje a un futuro entrenador y los que estén por venir en el futuro, porque para eso el Athletic se dice es diferente, Ziganda acabará la temporada como entrenador. Y la decisión de hacerlo público a falta de dos jornadas se antoja acertada, porque marca tiempos, desactiva debates, descarga de protagonismo al propio Kuko y, oficialmente, abre negociacione, entre otros, con el que se espera sea su relevo, el solicitado argentino Eduardo Berizzo.

El club está por encima de las personas y, en este caso, de las amistades. Es lo que vino a argumentar Josu Urrutia para justificar la no continuidad de Ziganda a pesar de ese año más de contrato. «Estamos para darle lo mejor al Athletic», sintetizó el de Lekeitio. «Necesitamos nuevo aire para el año que viene si queremos seguir ahí, en esos puestos –los nobles que dan acceso a Europa–». Pero más elocuente estuvo el propio técnico, que dejó claro que se sentía «con fuerzas para seguir» una temporada más, pero aceptando «que había perdido muchos comodines y empezar en agosto así era un riesgo a evitar». Dijo entender la postura de la entidad «muy a mi pesar», que le resulta «duro y triste por lo que significa» para él, aunque insistió en que «los comodines los ganas en el campo y ahí no he sido capaz de conseguirlo. La confianza se va reduciendo, pasa en el fútbol y en la vida».

«Todo el año a contrarreloj»

El de Larraintzar se desligará del Athletic para buscar su lugar en el mundo de los banquillos. Primero tiene que digerir lo vivido, mucho y poco bueno, en un curso en el que «siempre he tenido la esperanza de que la cosa mejoraría, incluso de alcanzar los objetivos», una fe que se quebró, reconoció, tras los fiascos ante el Levante y Deportivo. Malas sensaciones, irregularidad... palabras que salieron ayer de su boca para definir la temporada. «Hemos ido a contrarreloj todo el año, con prisas y urgencias y sin anclar nada sólido. Hemos sido cortoplacistas», se lamentó.

Josu Urrutia quiso elogiar los siete años del navarro en el staff del club, su comportamiento y hacerlo sin cerrarle la puerta a futuro. Ziganda dijo sentir «mucho orgullo y agradecimiento», llevarse «un regalo que no tiene precio», sentirse «hasta demasiado valorado a nivel personal» y confiado en que «este haya sido un año de barbecho» para el Athletic. Le quedan dos partidos «para dejar algo de ilusión para el año que viene». Y solo uno para despedirse de San Mamés, el comodín del público.

 

Chispazos de emoción, «recado» a la prensa y defensa de la plantilla

Rueda de prensa multitudinaria en Lezama, numerosos medios, toda la plantilla y cuerpo técnico, semblantes serios en los dos comparecientes, chispazos de emoción en la garganta de Kuko Ziganda, como cuando puso en valor los numerosos mensajes de apoyo que le han llegado en los momentos duros, y recados para los medios de comunicación por «titulares que en algunos casos han sido poco profesionales», en referencia a las informaciones sobre desavenencias o falta de sintonía entre él y el vestuario. «En esta gente se puede confiar», subrayó sobre los jugadores, defendiendo su compromiso. «No hay enfrentamientos», aclaró. Una actitud que también Josu Urrutia quiso enfatizar, al poner en valor que «ver a la gente cuando está trabajando a diario por dar su mejor nivel, tranquiliza mucho. Estando mal el equipo son cosas que demuestra esa responsabilidad que llevan». De ahí que el presidente insistiera en «valorar lo que está haciendo esta plantilla durante años», porque «no se puede dudar cuando no salen las cosas un año».

Kuko dice adiós –también ayer Joseba Etxeberria se desvinculó de Lezama– y el club ya trabaja para que Eduardo Berizzo diga hola. Responde al perfil de técnico «ambicioso y ganador» que quiere el Athletic, que mantiene contactos con el argentino al que le pretenden unas cuantas ‘novias’ y lo deseable es que se resuelva cuanto antes. No obstante, no hay nada cerrado y habrá que esperar acontecimientos.J.V.