Maitane ALDANONDO
Bilbo

Desarrollan un plato que recoge la grasa de la comida

Plato Hola es el innovador producto creado por un equipo de ingenieros e investigadores de la UPV/EHU tras dos años de trabajo. Gracias a los orificios de su superficie, la vajilla filtra la grasa y los aceites sobrantes de las comidas, ayudando a reducir su ingesta.

Plato Hola, adiós calorías». Ese es el eslogan de la pieza de vajilla desarrollada por un grupo de investigadores de la Escuela Superior Técnica de Ingeniería de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU). Proponen a los consumidores que no cambien su comida, sino que sustituyan el recipiente en el que la consumen. Concretamente, por un plato creado con el sistema Hola, que filtra las grasas y los aceites sobrantes de la comida a través de un novedoso mecanismo de absorción. Una ayuda para «todas aquellas personas que quieren cuidarse sin renunciar a la comida que les gusta, y sobre todo,a quienes quieren mantenerse sanas», explica Ander Mendez, uno de los desarrolladores del producto.

La startup bizkaitarra incorpora un equipo multidisciplinar que ha investigado y desarrollado durante dos años este sistema de filtrado. Quince ingenieros e investigadores que comparten la pasión por la comida. «No veíamos forma de mantenernos sanos sin renunciar a la comida que tanto nos gusta», apunta Mendez. La idea surgió en 2015 y han pasado dos años investigando el modo de reducir las calorías sin afectar al sabor o a la cantidad de comida. Tenían claro el objetivo, pero no sabían cómo hacerlo. Ha sido un proceso de prueba y error en el que valoraron distintas opciones, hasta que dieron con una solución inspirada en invertebrados como las esponjas de mar.

El desarrollador explica que la piel de estos animales está cubierta por poros que seleccionan las partículas que filtran en base a su densidad. Aplicando esa lógica, Plato Hola tiene una superficie con más de 1.500 pequeños orificios de varias formas y diámetros distribuidos matemáticamente que separan las partículas más densas y calóricas. De esta forma estiman que se ahorra hasta el 30% de las calorías de una comida, aunque están haciendo pruebas para determinar y certificar el porcentaje de la reducción. «No hacemos milagros, ni tampoco queremos vender humo, pero cambiando simplemente la superficie del plato se separan las grasas y los aceites sobrantes».

El diseño de plato es único en el mercado y ha recibido varios reconocimientos. Tiene un componente estético, ya que los orificios de la superficie siguen patrones basados en los kamon –insignias heráldicas– de la cultura nipona. En esa elección influyó la estancia en Dinamarca de los promotores de la mano de aceleradora Growth Train. Asimismo, cuentan con la ayuda del programa de emprendimiento de la UPV-EHU ZITEK, que les asesora y cede un local en Portugalete.

Porcelana, madera o polímero

Plato Hola no absorbe la grasa, solo la separa; por lo que puede reutilizarse. Al igual que la vajilla convencional puede lavarse a mano o en el lavavajillas, y además, es apto para el microondas. Cuentan con tres modelos: porcelana, madera y polipropileno. La porcelana es «una variante de Fujian» y el proceso de producción es necesariamente distinto al del resto de platos. «Calentamos la porcelana a más de mil grados para poder hacer este tipo de cosas y aplicamos un molde de forma compleja protegido por patente», apunta el desarrollador. Hoy por hoy comercializan sólo este modelo, pero estiman que podrán lanzar los otros dos para finales de año. Empezaron las ventas el 10 de enero, justo después de las Navidades, y llevan vendidas en torno a 800 unidades, 500 online y 300 en los puntos de venta.

El precio del plato en su web oscila entre los 13 y lo 18 euros, dependiendo de la cantidad de unidades que compren. En cambio, en las farmacias del Estado en las que está disponible tiene un precio de 14,99euros. Han iniciado sus distribución este mes y la intención es ir expandiéndose tanto geográficamente como en lo que al tipo de comercio se refiere. «Tiene las puertas abiertas al menaje, no deja de ser un plato; pero lo concebimos como una ayuda dietética, por eso tiene sentido venderlo en farmacias o parafarmacias», matiza el responsable. Se han fijado como objetivo para este primer año la venta de 30.000 unidades, lo que supondría una facturación de en torno a 200.000 euros. No obstante, Mendez apunta que «no nos importa ir rápido o lento, sino dar pasos. Queremos compartir esta solución de la forma más eficaz, no la más rápida».

Crearon la sociedad limitada a principios de año, y aunque los quince impulsores forman parte de la plantilla, sólo seis son socios, algunos con experiencia emprendedora en proyectos ajenos a éste. Su línea de trabajo es la mejora de la interacción con la comida aplicando a otros productos el proceso que han patentado. Tiene varías ideas, como una taza que previene el goteo, pero no tienen prisa por materializarlas.