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La negociación en Italia encalla en las medidas de la Lega sobre inmigración

El M5S y la Lega pidieron ayer al presidente de la República más tiempo para negociar un acuerdo de Gobierno. Según las palabras del líder ultraderechista, Matteo Salvini, las discusiones han encallado en las condiciones sobre inmigración que plantea la Lega.

El Movimiento 5 Estrellas (M5S) pidió ayer más tiempo al presidente italiano, Sergio Mattarella, para discutir las condiciones que ha puesto la ultraderechista Lega sobre medidas contra la inmigración para alcanzar un acuerdo de Gobierno.

«Estamos redactando el programa de Gobierno para los próximos cinco años, es importante para nosotros completarlo de la mejor forma posible por lo que hemos pedido unos días más», declaró el líder del M5S, Lugi de Maio tras un encuentro de 45 minutos con Mattarella. El presidente recibió poco después al líder de la Lega, Matteo Salvini, que se mostró menos conciliador.

«Si voy a formar Gobierno, quiero hacer lo que he prometido a los italianos», insistió, asegurando que no teme la convocatoria de nuevas elecciones en caso de que fracasen las negociaciones, dado que los sondeos le otorgan una tendencia al alza.

También reclamó que la Lega tenga «las manos libres» para luchar contra la inmigración clandestina y «garantizar la seguridad de los ciudadanos», en particular a través de una liberalización de la «legítima defensa». «Sobre inmigración la LN y el M5S parten de una notable distancia y en el respeto de los derechos humanos, de la solidaridad y de los tratados me niego a pensar en el enésimo verano de desembarcos», afirmó en referencia a la llegada de inmigrantes desde África.

También apuntó que ambos partidos, antes de gobernar juntos, deben tratar «un argumento delicado pero inevitable: la nueva posición de Italia» en la Unión Europea (UE). En este sentido, declaró que «los italianos han votado por nosotros para ir a Bruselas y Estrasburgo para poner en el centro los temas del empleo de los italianos, la dignidad del trabajo, la defensa de la agricultura, del ‘Made in Italy’ y la pesca».

Di Maio se mostró satisfecho del clima de las negociaciones y de las discusiones sobre «el ingreso de ciudadanía, la reforma de las pensiones, los recortes en el gasto, la lucha contra la corrupción y la prisión para los culpables de evasión fiscal.

Insistió en que el «contrato de gobierno» se someterá a los militantes del M5S

 

Un programa de Gobierno difícil de encajar

La síntesis de un acuerdo de Gobierno no es sencilla entre la Lega –formación próxima al FN francés que prometió bajadas masivas de impuestos– y el M5S –más ambivalente con la UE y que abandera una renta de ciudadanía–. La prensa italiana auguraba un acuerdo para retrasar este ingreso a 2019, así como una reconfiguración de la «tarifa plana» en los impuestos al 15% que promueve la Lega y que, según el M5S, minaría los presupuestos públicos. Ambas formaciones han pactado revisar la reforma que retrasa la edad de jubilación a los 67 años en 2019. Actualmente está fijada en los 66 años y siete meses. También introducirán el «baremo 100», posibilidad de retirarse cuando la suma de la edad y de los años cotizados llegue a 100. La inmigración resulta el tema más delicado. Las medidas reclamadas por la Lega son demasiado duras para el M5S. A cambio, el partido de Salvini podría obtener la continuidad de grandes obras como la línea ferroviaria Lyon-Turín, que el M5S estima inútiles, nefastas para el medio ambiente y un derroche de fondos públicos.GARA