Así lo ha subrayado en el Pleno del Parlamento de Nafarroa la consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, ante la crítica pregunta de UPN sobre el «desamparo» en el que el Gobierno ha dejado a estas dos mujeres tras ser «insultadas, pateadas y agredidas».
Ollo ha lamentado que UPN «retuerza la realidad» con esta apreciación, que ha rechazado porque el Gobierno «no les ha negado nada y se puso desde el primer día a su disposición», «tuvieron y tienen a su disposición todos los recursos que han demandado, bien por ellas mismas o por los servicios policiales y sociales, que los activan cuando consideran» que se da un caso de violencia contra las mujeres.
Sin embargo, ha dicho Ollo, en este caso parece que ninguno de los supuestos que contempla la ley se corresponde con los que UPN ha señalado hoy, de forma que este asunto no se ha tramitado en los juzgados navarros de violencia contra las mujeres sino ante la Audiencia Nacional, cuya sentencia incluso señala que no hay ningún aspecto en ese sentido, ha advertido Ollo.
No obstante todo esto, a las dos mujeres «se les dio todos los recursos demandados», ha insistido a consejera, quien ha lamentado la «nueva post-verdad que querido deslizar» hoy UPN con esta pregunta.
Su portavoz, Juan Luis Sánchez de Muniain, ha aludido a los artículos de la ley foral de violencia contra las mujeres y ha entendido que a estas «dos víctimas se les ha vulnerado varios derechos relacionados con su dignidad, integridad física, y su libertad y seguridad», ya que se les tenía que haber prestado «desde el primer minuto» información sobre ayudas económicas, servicios jurídico, atención psicológica, o medidas de reinserción laboral.
Aún más allá, Sánchez de Muniáin, ha llamado la atención sobre la diferente actitud del Gobierno, que en otros casos se ha personado incluso como acusación popular de parte de la víctima «en casos de agresión y acoso», pero no en este, en el que el único «delito» que han cometido estas dos mujeres ha sido «establecer relación con quien libremente querían», dos agentes de la guardia civil.
«Por eso fueron insultadas, pateadas y agredidas, ante el desamparo de un Gobierno» que sí se ha puesto del lado de «los matones», ha dicho el regionalista.