«El error está cuando queremos que Grecia juegue como España», sostenía el por entonces seleccionador de los helenos Fernando Santos, a los que hizo campeones de Europa, y hoy técnico de Portugal, el experimentado y pragmático Fernando Santos. El peor rival de la ‘nueva’ España de Fernando Hierro justo en el peor momento, tras el terremoto de la precipitada destitución de Julen Lopetegi. La Portugal del más hambriento Cristiano Ronaldo testará el estado ánimico y de concentración de un combinado español que, avanzó ayer Hierro, «no va a dudar ni un ápice de sus virtudes». Los dos favoritos para pasar a octavos ponen en juego (21.00) quizá el liderato del grupo B y en el caso de los españoles pasar página o agonizar su crisis hasta el siguiente encuentro. «No ha sido un momento para nada agradable», admitió ayer el capitán Sergio Ramos, aunque pidió poner una sonrisa porque «esto parece un tanatorio».
Duelo de aspirantes a llegar a muy lejos en el que se supone que España llevará la iniciativa y tendrá la posesión, sobre todo porque en la Portugal del conservador Fernando Santos impera reducir el riesgo de gol y fía su potencial ofensivo a los contragolpes liderados por el vertiginoso valencianista Guedes, la exquisita zurda del jugador del City Bernardo Silva y la competivividad de Ronaldo, el auténtico ‘Patrimonio del Estado’ como en su día el dictador Antonio de Oliveira Salazar declaró al nacionalizado Eusebio. Como asumió su compañero Ramos, «prefiero tenerle a favor». Desde luego, uno de los choques más atractivos de esta primera fase mundialista.
En el lado español, habrá que ver el diseño por el que Hierro se decanta y si cambia algo, y si mantiene esa apuesta por Diego Costa arriba. Lo que sí avanzó es que iba a ser un equipo reconocible, que quiera jugar bien y ser protagonista. Veremos también si se le atraganta ese gol que se le ha venido resistiendo en los últinmos amistosos, sobre todo si los lusos se repliegan y cierran espacios, con dos veteranos como el exmerengue Pepe (35 años) y José Fonte (34) en el eje de la zaga. Koke o Thiago, Costa o Aspas o Rodrigo, algunas dudas en el once español.
Lopetegi y Florentino Pérez se sienten víctimas
«Me hubiera gustado que Rubiales hiciera las cosas de otra manera, porque estamos convencidos de que lo que hemos hecho es de manera honesta y clara. Ahora cambiaría la reacción posterior, pero es un ejercicio de utopía», replicó Julen Lopetegi ayer durante su presentación como nuevo técnico del Real Madrid, en una comparecencia en la que el de Asteasu no pudo reprimir las lágrimas al comparar la tristeza que sintió el miércoles cuando le fue comunicada su destitución como seleccionador y el día en que falleció su madre. Y frente a eso, «el día más feliz de mi vida» el de este jueves, presentado como responsable del banquillo blanco. Previamente a sus palabras, el presidente merengue, Florentino Pérez, hizo un llamamiento a la afición del Madrid para que cerrara filas frente a los supuestos ataques por cómo había gestionado el anuncio del fichaje de Lopetegi. Defendió que se actuó con transparencia y normalidad, dejó entrever esa «corriente antimadridista que quiere dañar la imagen de nuestro club», arremetió contra Luis Rubiales, y uno y otro, presidente y entrenador, defendieron su forma de actuar entre vítores, aplausos y pitos palmeros de sus directivos. De paso, el técnico se vio obligado a responder que Ronaldo es el mejor jugador del mundo, cuando hace un mes dijo que lo era Leo Messi.J.V.