El barco humanitario Open Arms ha acompañado al Aquarius –en el que había 51 mujeres, 45 hombres y diez menores– en su entrada al puerto de Valencia, a donde ha llegado tras ocho días de travesía en alta mar.

A bordo del Aquarius se encontraban los migrantes considerados «más vulnerables», como seis mujeres embarazadas, una decena de menores y una veintena de personas con quemaduras provocadas por la mezcla del fuel de los motores de las embarcaciones y el agua salada del mar.

Poco antes de la 7.00 ha atracado el Datillo, con 274 inmigrantes a bordo, y a éstos ha seguido el tercer buque de la flotilla, el Orione, en el que han viajado 250 personas.

El Orione ha entrado en el puerto de Valencia a eso de la 13.00, y ha completado así la acogida de los tres barcos de la flota Aquarius. En este último buque, el segundo más numeroso, han desembarcado en Valencia 250 migrantes.

El desembarco se ha prolongado durante más de siete horas y la mayoría de los migrantes han llegado en aceptables condiciones. No obstante, algunas embarazadas han sido trasladadas a hospitales y varios menores y adultos también han sido asistidos.

45 días de permiso

El Gobierno español ha ofrecido a los migrantes que han desembarcado este domingo en el puerto de Valencia un permiso de estancia de 45 días en territorio nacional.

Así lo ha precisado el inspector jefe de la comisaría general de Extranjería y Fronteras, Bernardo Alonso, que ha añadido que después de esos 45 días tendrían que regularizar su situación, bien pidiendo asilo o la residencia, según lo establecido en la ley de extranjeria.

“Celebramos que las personas que rescatamos en el #Aquarius estén en un lugar seguro y se les atienda de forma digna. Pero los bloqueos de los puertos europeos van a complicar más y más las operaciones de rescate en el #Mediterráneo.”
David Noguera, presidente de #MSF pic.twitter.com/JfsBUPV37b

— Médicos Sin Fronteras (@MSF_Espana) 17 de junio de 2018