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El barco de Lifeline atraca en Malta tras un acuerdo del Gobierno con varios países europeos

El primer ministro de Malta, Joseph Muscat, ha permitido finalmente que el barco de la ONG alemana Lifeline acceder a sus puertos después de haber alcanzado un acuerdo para repartir a los refugiados que se encuentran a bordo entre ocho países de la Unión Europea.

Imagen del barco Lifeline, que finalmente llegará a Malta. (Felix WEISS / AFP)
Imagen del barco Lifeline, que finalmente llegará a Malta. (Felix WEISS / AFP)

La nave ha atracado en el puerto de la capital maltesa a las 19.38 y en el muelle esperaban miembros de protección civil y otras autoridades, según han mostrado los medios locales. El barco ha permanecido seis días en el Mediterráneo con unos 230 inmigrantes a bordo.

Joseph Muscat, primer ministro de Malta, ha llegado horas antes a un acuerdo con Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal, Malta, Bélgica y el Estado francés para acoger a los migrantes del barco de Lifeline y ha afirmado que espera «una confirmación de otro Estado miembro que se unirá» y que es Holanda.

Muscat ha avanzado que los refugiados «serán protegidos por los Estados miembros», mientras que «no serán acogidos aquellos que no cumplan los requisitos para la solicitud de asilo». «Cada uno acogerá según su capacidad y no quiero dar números ahora, porque antes tenemos que ver las personas a bordo, su peligro y situación. Tenemos que estudiar a cada caso y luego el número de menores no acompañados», ha apuntado.

La embarcación de la ONG Lifeline ha permanecido en los últimos días en aguas internacionales frente a Malta, a la espera de que algún país europeo lo acogiera, tras las negativas de las autoridades italianas y maltesas a abrir sus puertos.

Muscat ha afirmadp que este caso es único y ha rechazado que se compare con el que vivió hace una semana el barco Aquarius, de las ONG SOS Mediterranée y Médicos sin Fronteras, que se vio obligado a desplazarse hasta Valencia con 630 recatados porque Italia y Malta no le permitieron desembarcar en sus puertos.

El caso del Aquarius, ha dicho, «fue una disputa entre dos Estados miembros» y ahora se ha solucionado gracias a «una negociación entre Estados de la Unión Europea». Ha insistido en que «Malta se ha comportado correctamente» pues «los hechos ocurrieron entre Libia y Lampedus»" y que aún así La Valeta ha «intentado encontrar una solución antes de que la situación llegara a convertirse en una crisis humanitaria».