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Un estudio revela que en sanfermines no hay más delitos sexuales que en otras fiestas

Un estudio elaborado por la UPNA por encargo del Ayuntamiento de Iruñea revela que en sanfermines no hay más casos de abusos o agresiones sexuales que en otras fiestas como las Fallas de Valencia, la Feria de Málaga, la Tomatina de Buñol (Valencia) o el Pilar de Zaragoza.

La mano roja, símbolo contra las agresiones sexistas, instalada en la avenida de Carlos III de Iruñea durante los pasados sanfermines.
La mano roja, símbolo contra las agresiones sexistas, instalada en la avenida de Carlos III de Iruñea durante los pasados sanfermines.

El informe, presentado en conferencia de prensa, indica que, según datos del Ministerio español del Interior, de 2004 a 2017 se han presentado en sanfermines 74 denuncias por delitos contra la libertad sexual (27 agresiones sexuales, 42 abusos y cinco casos que no se han podido clasificar por falta de datos).

En el mismo periodo de tiempo, en las Fallas de Valencia se presentaron 64 denuncias, en la Feria de Málaga 73, en la Tomatina de Buñol cuatro y en El Pilar de Zaragoza 52, han explicado las profesoras Lohitzune Zuloaga y Paz Francés, que han afirmado que estas cifras corresponden solo a los datos facilitados por el Ministerio y son solo una parte de los casos que se producen, ya que muchos de ellos, han afirmado, no se denuncian.

También han destacado que se debe tener en cuenta la diferente duración de cada una de las fiestas: nueve días en Iruñea y Zaragoza, ocho en Málaga, cinco en Valencia y uno en Buñol.

Las investigadoras han puesto de relieve la evolución en el número de denuncias que se han presentado en sanfermines a lo largo de los años: ninguna en 2006 y 2007, dos en 2008, dos en 2009, cuatro en 2010, tres en 2011, dos en 2012, cinco en 2013, siete en 2014, tres en 2015, 20 en 2016 y 22 en 2017, lo que revela la mayor sensibilización social en torno a este tema.

Zuloaga ha resaltado que a partir de 2015 se ha producido un punto de inflexión en el número de denuncias presentadas y en ese sentido ha apuntado que en sanfermines ha habido dos «hitos», que son la muerte de la joven Nagore Laffage en 2008 y el caso de la Manada en 2016, que han contribuido a una mayor sensibilidad social con este tipo de sucesos.

En el periodo 2004-2017, solo los sanfermines representan el 13,41 % de las denuncias totales por este tipo de delitos recibidas por los cuerpos policiales en esos trece años. Esos porcentajes son del 9,05 % para el caso de la Tomatina de Buñol, del 4,29 % para la feria de Málaga y 2,35 % para las Fallas de Valencia.

Irueña es la ciudad que cuenta con un mayor número de agresiones o abusos esclarecidos, ya que, según el estudio, se identifica al presunto autor de esos delitos en del 94,74 % de los casos ocurridos en sanfermines.

El momento en que se producen más casos es entre las 00.00 y las 7.00 horas, en el centro de la ciudad, por parte de una persona desconocida para la víctima y en bares o lugares públicos en el caso de los abusos y en sitios escondidos en el caso de las agresiones, ya que en las mismas hay violencia o intimidación y los autores no desean que otras personas presencien el ataque.

El perfil del agresor es un hombre del Estado y con residencia fuera de Iruñea, ha apuntado Zuloaga, que ha asegurado que algunas de las «causas profundas» del problema son la desigualdad estructural de género y los efectos de la cultura patriarcal, acentuados por la masificación y los espacios de fiesta.

Paz Francés ha insistido por su parte en que la «cifra negra» de delitos contra la libertad sexual que no se denuncian en este tipo de fiestas multitudinarias «es enorme», aunque ha aseverado que en el Estado no se producen más casos que en otros países europeos. Como ejemplo, ha indicado que en el Estado se registran anualmente 19 denuncias por 100.000 habitantes, frente a los 176 de Suecia.

La concejala de Seguridad Ciudadana ha comentado que del estudio se extrae la conclusión de que Iruñea «es una ciudad segura» y ha destacado que la repulsa a estos casos por parte de las instituciones, los medios de comunicación y los ciudadanos han colocado a la capital navarra «en una posición ejemplar pionera en el rechazo total hacia los abusos y agresiones sexuales».