GARA
DAMASCO

El alto el fuego en el sur de Siria permite el regreso de desplazados

El acuerdo de alto el fuego alcanzado el viernes entre grupos armados y negociadores rusos en el sur de Siria permitió el regreso a sus hogares de miles de desplazados internos. En las últimas semanas, al menos 325.000 personas han huido de los bombardeos en la provincia meridional de Deraa. Según la agencia oficial Sana, con este acuerdo «el Estado controlará todas las posiciones en manos rebeldes a lo largo de la frontera con Jordania».

Miles de desplazados en el sur de Siria comenzaron ayer a regresar a Deraa tras el alto el fuego acordado el viernes entre representantes rusos y grupos armados. Lanzada el 19 de junio, la ofensiva de Damasco provocó al menos 325.000 desplazamientos internos, según la ONU. La mayoría de ellos se instalaron en campamentos cerca de la frontera con Jordania o en los Altos del Golán, ocupados parcialmente por Israel.

Según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, más de 28.000 civiles volvieron a localidades como Busra al Sham, Al Taiba, Umm al Miyazin, Al Yiza, Al Sahua y Al Gariya Oriental. No obstante, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) no disponía de cifras sobre el número de personas que comenzaron a regresar a sus hogares.

La Media Luna Roja Siria accedió ayer a Deraa con un convoy de ayuda humanitaria destinado a la población de Ibtaa, al norte de la ciudad de Deraa (capital de la provincia homónima), donde los representantes civiles locales llegaron a un acuerdo con Rusia hace una semana. La organización humanitaria informó a través de Twitter de que el convoy estaba compuesto por veinte camiones que llevaban más de 4.500 paquetes de comida y la misma cantidad de sacos de harina.

En un comunicado, el Ejército Libre Sirio dijo que el acuerdo con Moscú fue «imprescindible para poner fin al derramamiento de sangre». Afirmó que los mediadores rusos se comprometieron a garantizar el regreso de los desplazados a sus hogares y de las instituciones civiles para administrar los asuntos de los ciudadanos, además de reabrir las carreteras para el movimiento de personas y mercancías. Los combatientes aceptaron entregar las armas pesadas y medianas de forma gradual, a condición de que las fuerzas gubernamentales se retiren a las zonas donde estaban antes del comienzo de la ofensiva, dentro de la cual llegaron a dominar el 70% del territorio de Deraa.

 

Save the Children reclama garantías para el retorno

En declaraciones a GARA, el director de Save the Children en el Estado español, Andrés Conde, exigió garantías para el retorno de estas personas. «Vamos a ver qué ocurre con estos retornos, porque estamos hablando de un contexto de guerra. ¿Qué va a ocurrir con estas personas? ¿Habrá algún tipo de represalia? Para nosotros es una gran incógnita», subrayó.

Denunció el estado en el que están los más de 300.000 desplazados internos que llegaron a las fronteras con Jordania e Israel, que «les han cerrado las puertas». «Huyendo de los bombardeos han tenido que refugiarse en uno de los desiertos más severos que existen. Están en una situación muy muy grave, sin acceso a agua potable ni a alimentos. Ya ha habido fallecimientos de niños por deshidratación, por picaduras de escorpiones y porque se encuentran a la intemperie en un lugar totalmente desolado». Añadió que «estamos al borde de una nueva catástrofe humanitaria. Es el desplazamiento interno más importante desde el comienzo de la guerra».A. L.