El acto del sábado en Orio reiteró la demanda de pasos que permitan solucionar la situación de los exiliados y deportados políticos vascos que siguen lejos. Su primer gran problema, según se insiste, es la negativa de la Audiencia Nacional a informar a sus abogados sobre la situación de las causas judiciales, que en algunos casos deberían estar prescritas. Efectivamente, el tribunal especial cierra esa puerta, pero paradójicamente la Comisaría General de Información de la Policía ha dejado entrar a su sede a medios de su confianza para lanzar un mensaje: buscan ahora a exactamente 30. Serían estos los que tienen requisitorias judiciales pendientes.

Como toda información de este tipo, los intereses policiales prevalecen y por tanto todo debe ser tomado con cautela absoluta. Lo que a las FSE parece interesarles remarcar es que dicen conocer en qué Estado se encuentran 27 de esas 30 personas, pero no las tres restantes, entre las que destacan a su mayor obsesión hace tiempo: Josu Urrutikoetxea, figura clave en los pasos dados por ETA en esta década y que han concluido en su autodisolución.

De esos 30 nombres, 12 se han dejado ver a esos periodistas, mientras los 18 restantes se mantienen en secreto. Geográficamente se hace hincapié en que casi la mitad de los buscados (13 de 30) estaría en Venezuela, y se hace hincapié en la falta de colaboración del Gobierno de Maduro. En otro punto clásico de refugio para los exiliados vascos, México, se sitúa ya por contra únicamente a dos. Y a uno en el Estado español, sin aportar su identidad.

EL PRESO VASCO ÓSCAR CADENAS RECOBRA LA LIBERTAD.

Óscar Cadenas recobró ayer la libertad tras abandonar la prisión de Murcia II, donde le esperaban sus allegados, según informó Etxerat. Fue detenido en México en 1996, donde pasó tres años y medio en prisión antes de ser extraditado al Estado español en el año 2000. En total, ha estado encarcelado 22 años; los últimos 18 en diversas cárceles españolas.

ETXERAT