El navarro afronta su noveno Tour consecutivo con la responsabilidad de proteger a sus líderes en el llano y hoy, más en el pavés.

Noveno Tour seguido y siempre solicitado por sus líderes...

Somos útiles para esto y es una alegría ir con un equipo así al Tour. Para un gregario estar en el equipo que aspira a ganar un Tour es lo máximo y, si lo conseguimos, me puedo retirar tranquilo. Es una de las mayores ilusiones tras ganar dos Vueltas con Alejandro y Nairo. Haces las maletas con más ganas, te gusta buscar esos objetivos.

Este año hay más líderes y más trabajo al ser ocho y perder a los Izagirre, Herrada y Castroviejo...

Están Bennati, Rojas, Amador y Marc Soler a pesar de ser otro tipo de corredor. Eusebio ha hecho dos polos y se nota este año que los líderes son más concretos y perdemos la clase media alta con esos corredores. Siempre tenemos un par de ciclistas que van a luchar por la victoria y toca trabajar el 90% de los días.

¿Siente que hoy es el día en el que tiene más responsabilidad?

Tiene que ser de todos. Un compañero solo, si no tiene el apoyo del equipo, se gasta en diez kilómetros. Lo que nos hace fuerte es el equipo y debemos aprovechar al grupo a parte de intentar colocarnos y correr bien.

¿Cree que la etapa del pavés va a ser tan clave como parece?

Da mucho respeto porque hay un montón de factores que no son controlables y pueden influir. Saben que no se va a ganar el Tour, pero se puede perder. Son quince tramos, 21,7 kilómetros, media Roubaix, no es ninguna broma. Otras veces eran seis, ocho tramos, y conforme acumulas kilómetros cada tramo parece un puerto. Se nota la dureza del pavés, los primeros vas con chispa, pero tantos kilómetros se nota. Tras la París-Roubaix reconocimos los tramos con los tres líderes y les vino muy bien para darse cuenta de lo que es. La vibración es una sensación fuerte y te cambia la impresión que tienes en la tele. Les vino genial para ver cómo son las entradas a los tramos, para probar el material, para encontrarte mejor en el pavés... Fue totalmente necesario.

¿Espera que sea tan decisiva como la de 2014 con Nibali?

Ese día dio un golpe a la clasificación, pero cada año es una historia. Habrá un grupo que se tendrá mucho marcaje y algunos saldrán perjudicados, por piernas, por manejo en el pavés, por problemas con el material, pero creo que el grupo de escaladores no estarán lejos unos de otros, aunque hay mucho pavés y puede pasar que alguno explote y se quede. Pero es más probable que pase cualquier incidencia y alguno quede atrás.

A partir de mañana el recorrido es ideal para Landa y Quintana...

Queda mucha montaña. Hay solo tres finales en alto, pero si se rompe en las subidas, las diferencias aumentan en las bajadas. La dureza llega desde los Alpes, que marcarán el Tour. Los Pirineos también son duros, como la crono. La vi y la última subida tiene un kilómetro a más del 10%. Nairo y Landa, si llegamos en tiempo, tendrán terreno para expresarse y marcar diferencias y la última crono es larga, pero no excesiva en la última semana. Ahí cuenta más el estado de forma y cómo terminas el Tour que ser un especialista.

¿Cómo ve a los rivales?

Froome y Dumoulin vienen del Giro y cuando estos talentos abordan estos proyectos nunca sabes cómo van a salir. Los últimos años no les ha salido bien, pero esta vez tienen una semana más y siguen siendo favoritos. Nibali siempre llega muy bien y cada año surgen sorpresas, pero seguro que están Bardet, Urán e incluso Roglic, aunque parece que la alta montaña se le puede hacer más pesada.

«Los Tours que han salido mejor son cuando hemos ido con más líderes»

Ante todo lo que se ha publicado desde el momento en el que Movistar fichó a Landa y decidió llevar sus tres líderes al Tour, Erviti defiende que para el equipo es bueno tener varias bazas buenas.

¿Cómo ven dentro del equipo todo lo que se dice por tener tres líderes en el Tour?

La gente le da muchas vueltas, le parece polémico, pero las veces que ha salido mejor el Tour es cuando hemos ido con varios líderes como el primer año de Nairo, Alejandro e incluso Rui. Ganamos etapa, el mejor joven, por equipos, montaña y Nairo fue segundo. La calidad es un bien preciado. Todos son buenas personas, van a ser honestos y en carrera serán útiles. Nairo y Mikel han corrido juntos en Itzulia y Suiza, he estado con los dos y al principio con esas declaraciones se despertó el monstruo de la polémica y calmarlo siempre es complicado. Entras en el juego de que cada cosa que hagan es interpretable y van a tener que correr con ello. Lo saben y están tranquilos.

Ojalá lleguemos a los Alpes con los tres sanos y en tiempo porque hay mucha montaña que va a ordenar el Tour. Para los gregarios la clave es llegar en tiempo con los tres y al que mejor esté le apoyaremos. Me hace ilusión tener más líderes, salir con esos objetivos. Con una buena gestión son buena gente. No hay más que mirar el año pasado, que teníamos dos, el primer día se nos cayó uno y Nairo venía del Giro y no acabó bien y te quedas desangelado. Mejor tener gente de calidad que seguro que van a estar ahí y suben la motivación del equipo.J.I.